miércoles, 12 de julio de 2017

Aquellos polvos engendraron estas femeras.





           Aquellos polvos engendraron estas femeras.


Os lo diré con palabras de Miguel Labordeta

… … … A vosotros:
los poderosos energúmenos los grandes señores de la culpa los
que con vuestra codicia más enorme aunque en el cielo de tal
hipocresía arramblasteis con la mejor rapiña en el río revuelto y
no fuisteis para vuestros hermanos sino hoscos verdugos con
sonrisa de lobo y una estela de odios encendidos dejasteis
para mil años que vinieran y más:
en nombre de mi generación yo os acuso.
… … … A vosotros:
los violentos los idealistas de la muerte
los que sumisteis al mundo en un fragor de horrores
creyendo crear un nuevo sol con vuestra pobre bola de sebo
en nombre de mi generación yo os acuso.
… … … A vosotros:
a los espirituales estómagos que nos hablaron tanto del infierno
a los profetas de grandes paraísos de chatarra
a los indiferentes que tan sólo soñaron con sus bolsillos miserables
a los que con la flor en el ojal jugaron al ensayo
a los complejos sexuales a la pederastia
a la morfinomanía a la aventura política de porrazo y tente tieso
perdidos putrefactos podridos de civilización de asco y de cine barato
estuvisteis malditos estaréis corrompidos por los siglos de los siglos
fuisteis rebaño propicio
cuando llegó la gran merienda de los ultimatums
lo mismo que lo seríais si tal momento de nuevo
como parece ser así:
en nombre de mi generación yo os acuso.
… … …           (De “Epilírica”, 1951)