viernes, 29 de marzo de 2019

Mi grito desde esta tierra vaciada y vacía..




         
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Se vende... pero nadie la quiere. foto cac.




           Labordeta decía, con su somardez de siempre, que en esta tiera turolense lo que había que hacer es la "repoblación vaginal". 

  Sin ella no puede haber "repoblación vecinal".

 Y sin gentes, mujeres y hombres, no puede haber vecinos.

 Y sin trabajo no puede haber repoblación de ningún tipo. 

O le echamos huevos al asunto o aquí no queda ni dios. 

Y la cesta de los huevos  no se llena sin inversiones, sin planificación económica, sin poner dineros para crear puestos de trabajo para la agricultura, para la ganadería, para la industria que utilice los recursos naturales, para ese sol y ese viento que son energía, para la transformación y venta de esos productos agrícolas y ganaderos, para que volvamos a tener niños en las calles y escuelas cuando los días no son sólo de resaca veraniega traida por las gentes que llegaron a dar la tetadica que ya perdieron también en los suburbios urbanos sin sentido.
Orrios, desde San Cristóbal. @ cac.

      
Orrios. Desde el río Alfambra. @ cac.

          Puede que aún sirvan las palabras que traje a estos mismos lugares hace unos meses.  Las vuelvo a poner.



 Pasó el verano.

     Queda el pueblo sólo.

     Hace tres años cerró la escuela.

     No hay niños.

        ¿Recuerdan aquello de quedan los viejos y los barrancos como esqueletos rotos frente a la tarde?

         Sí, Miguel cayó del andamio y parió la del Julián, decía y cantaba Labordeta.


     Y parieron también otras mujeres, dejos de estos lugares, en las áreas suburbanas de Barcelona, de Zaragoza, de Valencia, de Castellón. Parieron ellas y parieron también sus descendientes.

      Y algunas y algunos vuelven por estos parajes unos días de los julios y de los agostos. Buscan las fiestas. Y estas gentes nacidas en los andurriales de las barcelonas, de las valencias, de las zaragozas, de los castellones, juventudes avanzadas entre los veinteañeros y los treinta también años, más o menos buenos, más o menos malos, más o menos regulares estudiantes, más o menos empleados en precario, más o menos engordadores de las listas de parados, se divierten en las fiestas de los pueblos en donde nacieron sus abuelos y aun sus padres, aquellos que no tuvieron más remedio que buscar apagar la pobreza y aún el hambre de sus casas, aquellos que dejaron atrás la boina y las albarcas, aquellas que marcharon a servir como las dichas criadas, en los domicilios pudientes de las barcelonas, de las valencias, de las zaragozas, de los castellones de entonces, cuando llegaron, como hoy, en pateras, desde los mares interiores buscando las costas sin remedio.

            Llegan estos jovenzanos por unos días a las casas algo remozadas por sus padres, las que fueron de sus abuelos, quienes tuvieron la fortuna de tener trabajo cuando entonces.

            Llegan, se divierten y aun se atiborran de alcohol y fumeteo sin remedio y aun dicen que esto es cojonudo, que qué bien me lo paso, que qué harían los pocos que aquí quedan si no fuera por nosotros que organizamos las fiestas, que qué paletos y cuántas casas desvencijadas, que ni piscina tienen, que quién va a venir a vivir aquí si no hay en todo el año más que un bar de mala muerte…

            Y ya en septiembre no quedan sino los viejos y los barrancos, y los regatos arramblados como esqueletos rotos. Y los ríos con las riberas llenas de maleza. Que quienes quedan saben que con unos centenares de cabras y unos cuantos rebaños de ovejas los montes no se quemarían y sin palabras huecas de los politiquillos al uso, algunos arribados y arrivistas, poniendo dinero de quienes pagamos impuestos, que somos los más, invirtiendo en transformar los granos de centeno, de avena, de espelta, de panizo, en piensos industrializados aquí mismo, ayudando a que cobren la P.A.C. (política agraria común) quienes trabajan la tierra y no los terratenientes, incentivando a los profesionales que forman en las escuelas a los niños, a los sanitarios que van de aquí para allá, a las mismas gentes que aún y pese a todo quieren seguir aquí, a los inversores de una industria turística que sólo se puede mantener si quienes acuden a su disfrute tienen trabajo en otros lugares y aún vida por delante.

            Quienes cuando fuimos niños se nos llevaron en los años cincuenta, ya del siglo pasado, a los suburbios de las ciudades, cuando la vivienda era un lujo escaso y compartimos sin saberlo los desvelos en el trabajo día sí y noche también de nuestro padre, las rodillas ensangrentadas de la madre de tanto fregar suelos y las manos quemadas por la lejía, no sabemos qué hacer ya, o yo no sé, salvo querer a esta tierra, hablar de ella, compartirla, levantar una casa y devolverla a la vida.

   … Señores políticos que manejan el cotarro de los dineros de los demás, incentiven a inversores y residentes y déjense de milongas fotográficas alrededor de mesas comilongas.



Orrios. Esqueletos rotos. @ cac.


Cerró la puerta, ató el ronzal, astilló el garrote... y el que venga detrás que arree.   @ cac.


Como en el Poema del Cid: vio puertas abiertas e uços sin candados. @ cac.


Una esperanza... la humilde flor del azafrán silvestre. Por El Campillo.  @ cac.

La casa.  @ cac.
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martes, 26 de marzo de 2019

Alfambra. Año 1833. Limpieza de femeras.

   
Alfambra. Fuente de Santa Beatriz. En 1926, por primera vez, los tres chorros manaron abundantes.  foto cac.

En Alfambra como en cualquiera de los miles de pueblos españoles en este año de 1833 la limpieza de calles abundaba por su ausencia.
   En la casa en que existía un pozo se disponía de agua para los animales (quien los tuviera), para poder guisar y hasta para lavarse las personas. 
   Cuando no, al río si es que había, a los manantiales conducidos hasta un lugar cercano donde se llenaban los cántaros y tinajas, si había suerte debajo del chorro conducido por alguna teja desportillada. 
     Allí también acudían los mozos al anochecer para abrevar a sus mulos y las mozas con el cántaro en la cadera hacían las delicias, cuando comenzaban a arder los deseos hacia un noviazgo festejado hasta que llegara una boda sin remedio.
   Mientras tanto en las calles, en las casas, los desechos cotidianos de hombres y animales, junto a los barros y pedruscos arrumbados fermentaban en olores de las femeras u hoyas  como en este documento que traigo se atestigua, conservado entre los papeles del Archivo del Ayuntamiento de Alfambra.
     Por eso se avisa, bajo multa, para que se haga policía en la villa, es decir limpieza.
    Para fortuna de todos hoy se dispone de agua, de electricidad, de calles asfaltadas y hasta de limpieza.

       No viene mal conocer nuestra Historia. Para aprender.

Original en el Arvhivo del Ayuntamiento de Alfambra. foto cac.




                    Aviso. Policía de la villa de Alfambra

        En atención a lo que se ha manifestado por el M.I. Sr. Gobernador del partido 
       como encargado de policía que lo es del mismo he venido en acordar lo siguiente

     que, para numerar las casas, todo vecino junto al umbral de su puerta y en medio de ella ponga un ladrillo de yeso de palmo y medio en cuadro dentro

     de segundo que pasado un día se pondrá a sus expensas con una peseta de multa, lucido y esmerado

     que dentro de ocho días todo vecino limpie las fronteras y trasfronteras de su casa quitando piedras, cenizas y allanándolas, y el que no hiciere se ejecutará a las costas convenientes de veinte sueldos de multa

      que dentro de ocho días todas las hoyas y femeras que se hallen en la población (excepto las que están en las casas) y junto a la carretera  del término de Peralejos al de Perales y a sus inmediaciones  y junto a la carretera de Teruel se limpiarán  y allanarán de tal manera que no se conozca haber sido hoyas y esto por los que las han usado y no haciéndolo así se ejecutará a las costas y se les exigirá un doblón de multa.

         Alfambra 29 de junio de 1833.



lunes, 18 de marzo de 2019

Teruel. La inmediata posguerra. Delaciones, Traiciones. Odios.







    Teruel. Año 1941. Corporación municipal. El primero a la derecha el alcalde José Maicas Lorente.

   Las familias tradicionales "de orden", los de Acción Ciudadana, los falangistas y los nuevos arrivistas y arribistas trataron de  lucrarse, y vaya si lo consiguieron, con los despojos y destrucciones escombrados de la ciudad.
     De inmediato entre ellos comenzaron las rivalidades. Al propio Maicas, los Asensio (alias Valterra), Ferrán, Sabino, Elipe, Zuriaga, Dolz de Espejo, Herrero, Garzarán y otros, nunca le perdonaron su origen "arrabalero".

        Lean estos documentos que siguen.
    

Aquí está el edicto insertado en el Boletín Oficial de la provincia de Teruel solicitando información para averiguar las supuestas irregularidades del alcalde Maicas. En el expediente aparecen informes en pro y en contra, pero sin duda el más explícito y contundente es el que envió la Falange. Era entontes Jefe de la misma Arsenio Perales Gerricabeitia, a quien el Gobernador Sánchez Ventura nombró concejal para tratar de controlar desde dentro al citado alcalde.  (José María Sánchez Ventura, gobernador y Jefe provincial del Movimiento, siguió su carrera política en Madrid. Un hijo suyo, del mismo nombre, fue el último ministro  de Justicia de la dictadura franquista y quien, en su condición de Notario mayor, firmó el acta que testimonia la inhumación de los restos del General Franco en el Valle de los Caídos.

       Transcribo el informe remitido por la Jefatura provincial de la Falange española          tradicionalista y de las J.O.N.S.

    Acostumbraba el Jefe Perales a no indicar fecha ni firmar los  informes que remitía, solicitados por los jueces instructores, en numerosos juicios sumarísimos sufridos por gentes de Teruel. Sí estampaba el sello.

     José Maicas Lorente, edad 40 años, estado casado, profesión del comecio, nacido en Teruel, vecino de Teruel, domiciliado en calle mayor del Arrabal.
              Fundador y uno de los elementos más destacados de las Juventudes Radicales y más tarde del partido Radical.
     Desempeñó la Jefatura de dicho partido. Con esta significación fue Concejal y Diputado provincial. En 1931, formó parte de la Conjunción Republicana Socialista, en unión de Bernad y Sánchez Batea (a) El Obispo, cabecilla rojo de triste recordación en Teruel. (En abundantísimos informes escritos por quienes ocupan los cargos administrativos y por tanto políticos en los años de posguerra en Teruel abundan las referencias a quien fue Concejal con la República y Alcalde entre el 17 de febrero y 20 de marzo de 1938 en Teruel.  A Sánchez Batea le mataron a su mujer e hija de 17 años en agosto de 1936 y a un tío suyo. Él fue fusilado el 29 de mayo de 1943 en Torrero después de ser torturado.  El mismo día y, como consecuencia del mismo expediente y sentencias fueron fusilados otros siete. Dos más ni siquiera llegaron al juicio. Murieron en los calabozos como consecuencias de las torturas a que fueron smetidos.  Los expedientes que he conocido están llenos de falsedades e infamias conseguidas bajo torturas).
     
      Su labor en la Casa Provincial Beneficiencia, picando la corona de la puerta, convirtiendo más tarde la Iglesia en almacén, injuriando a las religiosas, firmando el acta de expulsión de las mismas y otros actos similares, le califican como elemento ateo en sumo grado.
       En el Ayuntamiento sus compañeros José María Sánchez y otros adictos al Movimiento, pueden declarar sobre su actuación completamente sectaria y políticamente intervenía en actos oratorios (procesión cívica para conmemorar la victoria sobre los carlistas en el 3 de julio), lanzando sobre los elementos católicos y tradicionalistas toda la verborrea liberaloide.
       Como Jefe del Partido Radical, hizo la elección de 1936 a favor de Iranzo (al servicio de la República).
         Al estallar el Movimiento, y repuesto el Ayuntamiento republicano anterior al Frente Popular, ante la negativa del entonces Alcalde D. Manuel Saez de tonar posesión de la Alcaldía, por estar detenido el Teniente Alcalde Señor Fabre, que luego sería ejecutado, por orden del Comandante Aguado, se hizo cargo de la Alcaldía. Desde entonces empezó a visitar las Iglesias y desarrollar la labor que no tenía más remedio (hay que suponerlo así dada su ideología) dadas las circunstancias. Durante el asedio rojo a esta Capital, no colaboró en la defensa de la Comandancia Militar, ni como Autoridad ni como hombre, como pueden justificarlo entre otros los enlaces del Coronel Rey D´Harcourt.   Se evadió con otros muchos al entrar los rojos, sin que se sepa el porqué, aunque desde luego se supone y casi se puede asegurar, que no guardaba muy buenas relaciones con el Jefe rojo de Teruel, Ángel Sánchez Batea (a) el Obispo.   (El Jefe Perales tacha al alcalde fugado como cobarde. Sin embargo por esta evasión fue condecorado, junto a otros desertores, el 7 de febrero de 1939 con la Cruz Roja al mérito militar. Esa noche del siete al ocho de febero de 1938, la de la huída, fue el origen de la tergiversación y manipulación histórica, referida a los hechos de Teruel, según los abundantes documentos que he podido estudiar).
      Al liberarse Teruel y hacerse cargo del Ayuntamiento (rodeado de una aureola injustificada, dada su actuación anterior y en el asedio) da permiso para sacar algunos géneros de Teruel (que eran propiedad de los vecinos de esta Capital detenidos en Valencia) desatendiendo al llegar a la población evacuada, hasta el punto que tienen que dormir en los porches de la plaza.
      Sin subasta se adjudican otros géneros fuera de la capital sin que se sepa si ingresaron en caja.
      También se emplearon los camiones del Ayuntamiento para llevar géneros a Zaragoza a casa de un pariente del Gestor Sr. Brun, y otro para traer explosivos (negocio particular del Sr. Maicas) desde Bilbao. 
    Existen rumores de que existen también otras anormalidades administrativas en el Ayuntamiento sin que se sepa si son ciertas.
   Conceptuación policial: Antes del Movimiento mala y después exageradamente buena.
    Amistades: Buenas.
     Posición económica: antes del Movimiento, regular, ahora desahogada,ignorando la cuantía. 
 
Original en AJTZ.

           Maicas, en su ejercicio como Alcalde, firmó abundantes informes referidos a personas procesadas en Juicios sumarísimos a los que fueron sometidas las personas relacionadas con los hechos ocurridos durante la guerra civil. Con frecuencia estos informes están llenos de ensañamiento. Traigo aquí el remitido referido a Rosa Martín Punter. Léanlo con calma. Fue el origen posterior de torturas y condenas a muerte efectuadas por los franquistas. Precísamente en este informe se hace referencia a aquella fatídica noche del siete al ocho de enero de 1938.
Original en AJTZ.