Al final no sé si la Virgen obró el milagro.
¿Llovió o no llovió?
¡Vaya usté a saber!
Pero lo cierto es que aquel
septiembre de 1950, a instancias del cura de Cuevas de Poltalrubio, se organizó
una procesión que duró veinte días de marcha, con estancia de 24 horas en cada
uno de los pueblos que celebran, aún hoy, la fiesta de la Virgen de la
Langosta, localizada en el término de Alpeñés.
Algunos, hoy cercanos a los ochenta años, todavía recuerdan
rogativas similares hacia 1960 a la Virgen de Cilleruelos y otras ermitas
dedicadas a Santa Ana o San Cristóbal.
En una de ellas más que llover apedreó y los tejados pagaron las
tejas rotas.
Les dejo los documentos originales de la
propia mano del cura y de la minuta mecanografiada del gobernador.
Ermita de la La Langosta. |
Escrito del cura de Cuevas de Portalrubio. AHPTE |
Copia mecanográfica del escrito del cura. AHPTE |
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