¡Metáselo usted por donde le quepa! |
Hartazgo. Indignación.
Por tanto bla, bla, bla de los que se llaman políticos.
Por tanto gastar y malgastar el dinero público.
Por tanto espabilado que te decía “tengo una inmobiliaria, se vende todo”.
Por tantos cargos, carguitos y carguetes creados para su clientela.
Porque el que no chupa del bote es un “desgraciao”.
Por tanto marear la perdiz para que los procesos de los sinvergüenzas y corruptos se eternicen.
Por tanto manipular los medios de comunicación.
Por tantas mentira en la televisión.
Por tanta mierda, sí, mierda, en algunos programas de televisión.
Por crear medios de comunicación para el servicio de quienes mandan.
Por tantos que se venden a quienes mandan.
Por decir medias verdades y mentiras para intoxicar a la población.
Por decir una cosa y la contraria según convenga.
Por decir que la mala situación es responsabilidad sólo del gobierno central cuando las autonomías controlan o descontrolan el gasto público y manejan los medios financieros.
Por el bombeo de dinero inyectado a Bancos y Cajas de Ahorro que se han convertido en las mayores inmobiliarias de España a costa de todos los ciudadanos que en ellas tienen depositadas sus nóminas.
Por la indemnizaciones millonarias que cobran quienes causaron los problemas económicos y los despidos de la gente que no tiene donde trabajar.
Porque algunos gobiernos autonómicos retrasan o no cumplen la ley de dependencia.
Por poner trabas y despreciar una educación “de la ciudadanía” construyendo aulas en las nubes que explicaban lo inexplicable en inglés y alguien traducía al español sólo “por joder la marrana”, pero con dinero público.
Por apoyar y beneficiar la enseñanza privada en los lugares que les conviene a esos políticos que chupan del bote.
Por llenar de mierda, sí, de mierda, una situación que debería ser respetada como la muerte digna, haciendo culpables a médicos y enfermeras que sólo son responsables ante el dolor.
Por construir los políticos megalomaníacos ciudades que dicen de cultura o aeropuerto sin tráfico aéreo que no tendrán uso efectivo y que dejarán deudores empeñados durante varias generaciones.
Por prometer, prometer y prometer cuando llegan las elecciones y luego “si te he visto no me acuerdo”.
Por trincar todo lo que pueden.
Por haber trincado y salir de rositas.
Por no exponer en la campaña electoral los problemas reales de la población. Sólo se dicen a sí mismos el “y tú más”.
Por ni siquiera ser capaces de mantener los partidos políticos un pacto de Estado en temas tan amargos como el terrorismo y sus víctimas.
Por mentir con la realidad histórica más cercana de España.
Por no escuchar a la gente.
Por creer que el pueblo español es tonto.
Por mentir, mentir y mentir.
Por no querer cambiar la ley electoral.
Por no permitir listas abiertas de candidatos a alcaldes y concejales.
Porque queremos votar para botar a los chupópteros.
Porque no tenemos miedo aunque no tengamos trabajo, ni casa, ni dinero.
Porque no queremos que los políticos utilicen las instituciones para su beneficio personal.
Porque algunos politiquillos quieren ser concejales, aunque sólo obtengan en algunos pueblos media docena de votos, y así ser consejeros de la Comarca o diputados provinciales y así tener el chollo del sueldo y dietas al menos durante los cuatro años de legislatura.
Porque ya vale de corrupción, injusticia e impunidad.
Porque ya está bien de especuladores, políticos corruptos, jueces no justos, fiscales del sistema no justo y tramas corruptas.
Porque cría cuervos y ganarás sus crisis.
Porque si votas igual, te joderán igual.
Porque si no tenemos sueños tendremos pesadillas.
Porque no es crisis es estafa.
Para que el botellón y la televisión se queden en el cajón.
Porque se acaban de una vez los protocolos y viajes en los que sólo se promociona a las personas del séquito en los periódicos y televisiones locales sometidos al jefe político que toca.
Todo con tu dinero y con el mío y con el de cualquier persona de a pie que paga sus impuestos y que está harta e indignada de tanto mediocre, de tanto arribista, de tanto sinvergüenza que llega a la clase política y se corrompe, se deja corromper y permite que los corruptos y los especuladores dominen el cotarro.
Os lo diré con palabras de Miguel Labordeta a vosotros
“… los inquisitoriales azuzadores de la matanza
los implacables dogmáticos de estrechez mentecata
los monstruosos depositarios de la enorme Gran Estafa
los opulentos energúmenos que en alza favorable de cotizaciones
preparais lo trituración de los sueños modestos…”
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