viernes, 30 de diciembre de 2011

Orrios, Hoguera de Navidad.


   Una rama, una zoca de carrasca, un cepurro encendido, un trozo de madera garciada por el tiempo no servía. Íbamos casa por casa pidiendo la mejor rama acumulada en la bardera y sabíamos de la generosidad de la gente y también de su tacaña miseria. La auguerica navidá, el que no traiga leña no se calentará. Y nos decían que cogiéramos una rama o que nos fuéramos por donde habíamos venido. A rastras por las calles hasta la puerta de la iglesia llevábamos contentos nuestro regalo.
               La hoguera. En la puerta de la iglesia, encendida en Nochebuena. Sin palabras. Buena señal si la manteníamos encendida todo el día de Navidad y mejor si seguía hasta año nuevo. Calentaba las manos, enjugaba los piales mojados que no protegían las albarcas, echaban nuestros padres la charrada, éramos solidarios con los del lugar, deseábamos lo mejor sin aspavientos palabreros, que aquí siempre han sobrado. Bastaba un quiay, vaya hielo, luego hará buen día, un año más, que sigamos así, echa un cigarro, hala que ya nos hemos calentao, mira cómo se regala la nieve, la carrasca calienta mucho, es la mejor leña, como ella no hay otra, no te acerques que luego te saldrán sabañones en las orejas…
              
               Va cayendo un relente helador y de las canaleras cuelgan unos carámbanos de hielo de más de un metro, caen unos copos de nieve de a palmo en esta noche sin viento. Se pueden cortar a cuchillo en su tranquilo aterrizar. Poco a poco se van cubriendo las calles de un manto blanco. Suena la nieve crujiente bajo los pies camineros. Comienzan los jovenzanos un ovillo de nieve que se agranda mientras se envuelve sobre sí mismo. Lo dejarán allí cuando no tengan más fuerzas para hacerlo seguir rodando. Será una bola que impedirá el paso de los carros por la callejuela que subía a la escuela. Nunca se convertirá en muñeco con bufanda y escoba. Durará unos cuantos días después de que la hoguera se haya acabado.
               Se irá deshaciendo poco a poco, mientras el tiempo pasa y los días de diciembre y aún enero nos entren en un nuevo año, con fríos y hielos en los nuevos tiempos y el apego humano del rescoldo  solidario.

               La auguerica navidá, el que no traiga leña no se calentará.

@cac.

              

2 comentarios:

  1. Me encanta cómo reflejas el alma de las gentes de nuestros pueblos.
    Tengo una consulta que hacerte sobre el término de Orrios. Escríbeme a cdejaime@educa.aragon.es
    Un abrazo
    Chabier

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  2. Para Chabier.
    Muchas gracias por tus palabras. En la dirección que remites me devuelven los correos.
    Mi dirección clementealonso@hotmail.es
    Ya me dirás. Un abrazo. Clemente.-

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