viernes, 23 de enero de 2015

Ummm... si huele tira de la cadena.




     

                     
 
 ¿Huele?   Pues tira de la cadena.  ¡Hala!  ¿A la qué?


                                                       

miércoles, 21 de enero de 2015

Tres molinos abandonados y arruinados. En Orrios.


   He tomado el camino tantas veces recorrido, parejo al río ahora con aguas relucientes, hacia el norte, hacia Villalba Alta. 
    Cuando llego al vado el agua del cauce me impide el paso sin descalzarme. En verano, con cuatro pasos sobre las piedras es suficiente. Estos días mediados de febrero son fríos y soleados. Hiela `por las noches y luego, mientras dura el sol, el silencio del caminante es un gozo con la naturaleza ahora en la desandada invernal.
   Cruzando el río hacia el oeste, camino de Perales, tengo a dos pasos el Molino de Arriba. Doscientos metros más allá, hacia el este, por el peirón dieciochesco, me encuentro con los dos de El Tormagal.
    Los tres abandonados. Los tres desmoronados.

 Este es el Molino de arriba visto desde el cauce del río.  El cubierto del corral de la Masada aún  está en uso. Más antiguo que el de La Maquila (de abajo). Los dos aprovechaban las aguas del Alfambra.Este de arriba, con sus paredes de adobe y su reloj de sol mirando al sur, ha sido invadido por las zarzamoras y la hiedra.
 Estas son las aguas que movieron las ruedas de los molinos de El Tormagal, el barranco que marca los límtes entre Villalba y Orrios.
 Las paredes desmoronadas del Molino Bajo de El Tormagal muestran su cuerpo vacío hacia el silencio.

  Los muros que quedan en piede el Molino Alto tormagalero aún sostienen la Cuba pétrea donde el agua almacenada movía con fuerza las piedras trituradoras de granos.
  En el Molino Alto aún se conservan las piedras que fueron movidas por el Ruejo.
  La mano que las selló dejó sus iniciales grabadas en el mortero y fijó la fecha del entierro: 1946.
 El Molino Alto, hoy,  frente al sol de la soledad del invierno,
Se hace difícil abrirse camino en este paraje, invadido por la naturaleza. Donde hubo senderos para hombres y mulos cargados con sacos y talegas con grano hoy los jabalís se refugian entre los espinos,enzarzados a las ramas tronchadas de la arboleda.



Texto y fotos de Clemente Alonso Crespo.-@cac.2015.-

martes, 13 de enero de 2015

Más Molinos. En Orrios y en Alfambra




Molino de La Maquila. Orrios. @cac.



       Este molino, llamado de La Maquila, se encuentra en Orrios. Situado justo donde comienza el camino parejo al río que lleva hasta Alfambra. Se levantó a finales del siglo XIX y aprovecha las aguas tomadas desde el azud que alimenta los riegos de la partida llamada de la vega Alhambra (Vegalambra) en el término de Orrios y todas las tierras de Alfambra. Hasta los años setenta del siglo XX estuvo funcionando. Incluso la misma fuerza del agua que movía sus ruedas podrucía electricidad para alumbrar el molino. Hoy sus propietarios conservan aseada toda la maquinaria y los instrumentos con los que molió su padre, Juan el Verdadero, el último molinero. Bastaría con que  abrieran la compuerta por donde entra el agua y el grano se convertiría en harina.

Orrios. Molino en el barrio alto. @cac.

        Este otro se encuentra en el llamado barrio alto de Orrios. Fue el primer molino del lugar. En los veranos, los niños del lugar (siempre nos decían zagales) subíamos hasta la acequia que alimentaba sus muelas con sus aguas y allí, en el cubo que las acumulaba, nos bañábamos. Tasmbién molió hasta los años ochenta. Conserva su maquinaria, aunque descuidada. La Cuba o balsa de alimentación quedó abandonada desde hace unos veinte años, cuando las aguas de riego de Orrios se canalizaron con tuberías de presión para asegurar el riego y ahorrar agua.
La Cuba del molino de Orrios atrtapada entre la naturaleza. @cac.

   Justo en abril de 1718 fue construido ese Cubo con piedras talladas por maestros canteros de Mirambel para alimentar con más fuerza las aguas que se deslizaban más abajo, donde estaba y aún está ubicado el molino. Traigo aquí el documento orginal de pago y su transcripción literal.

Original en Archivo histórico de Teruel (AHT) legajo 8292.1  @cac.




In Dei Nomine Amen Sea a todos manifiesto que nosotros Martin Dolç y Jayme Asensio maestros canteros vecinos del lugar de Mirambel y de presente allados en la villa de Orrios de la religión de San Juan del Hospital de Jerusalen de nuestro buen grado y cierta ciencia otorgamos aver recibido del Illustre  Señor fray Don Carlos de Sese Comendador de la dicha Villa de Orrios y por manos de Juan Vaguena Alcalde de dicha villa y domiciliado en ella cuatro mil quinientos y sesenta sueldos jaqueses los quales son por otros tantos que concertamos la obra del Cubo de piedras que hauemos hecho en dicha villa de Orrios para el molino y por la verdad renunciando la excepción de frau y de engaño y de la non numerata pecunia otorgamos la presente Apoca para siempre firme y valedera y en cossa alguna no revocadera Hecho fue lo sobredicho a veinte y tres dias del mes de Abril del año contado del Nacimiento de nuestro Señor Jesucristo de mil setecientos y diez y ocho siendo a lo sobredicho presentes por testigos Josef Vaguena y Andres Lopez vecinos de dicha villa de Orriosesta firmado el presente instrumento en su original nota y matriz de las firmas que dispone el fuero de Aragon.

   Signo de mi Miguel Lopez domiciliado en la villa de Alhambra y para utilidad Appostolica por donde quiere publico Notario que a lo sobre dicho presente me alle rogado testifique y cerre.
     (Transcipción de Clemente Alonso Crespo)

Estas piedras pudiron ser las desaparecidas del molino de Alfambra del hablaba en la entrada anterior de este blog. Este Cubo desaguaba en la Bocana y hacía funcionar al Rodejo que movía las piedras de moler.

lunes, 5 de enero de 2015

Alfambra. Pequeños detalles con historia.








Alfambra. 2014. El esqueleto de la estación. ¿Cuánto aguantará? @cac.




   Las grandes cosas, entre otras muchas, pueden ser el polideportivo, las fiestas patronales, la subida a la encomienda, el concurso literario…  Entre otras muchas.

Algunas son tan sólo pequeños detalles. Por ejemplo estos:

Primero.- 
Cuando se entra en Alfambra se sube por la Cuesta de Los Molinares. El nombre responde a una realidad concreta porque, de siempre, hubo en ese enclave tres molinos.
  Dos de ellos fueron batanes, situados en el espacio que abarca la carretera que nace hacia Escorihuela y el río. Allí las gentes, hasta bien entrado el siglo XVIII, adobaban las pieles de los animales y, a mamporrazo limpio, se suavizaban para emplearlas luego como ropas o aparejos de labranza. (En noches invernales el pum pum de los mazos movidos por la fuerza del agua asustó a más de uno. Que se lo pregunten si no a Sancho Panza cuando se refugió en Don Quijote aquejado de miedo y cagado garras abajo por no reconocer el golpeo batanero).
El otro situado más arriba era el harinero. Sobre él se levantó a principios del siglo XX una fábrica de harinas que molió hasta bien entrados los años setenta. Hoy el edificio aún se conserva. Construido en piedra y levantado con la misma traza del lavadero, ahora convertido en museo de la remolacha, son dos edificios de esbelta arquitectura modernista.
Hasta hace tres años el brocal por el que se recibía el agua para la molienda se podía observar cuando entrabas en Alfambra. Estaba construido con piedras labradas a la manera de las de la iglesia, hace unos días arregladas. En algún momento propuse que se limpiara y se pudiese ofrecer a cualquier visitante. Ya entonces estaba casi lleno de escombros. Ahora ya ni se puede reconocer. Tiraron más escombros y los animales, bípedos y cuadrípedos, van por allí a dejar sus firmas. Véanlo en la imagen.
Hace tres años, en 2011, aún se reconocían las piedras silleras de la bocana por donde entraba el agua.
Los bípedos que pasen por allí quizás no sepan que sus antepasados tenían la obligación de ir allí a moler sus cosechas de cereales y luego a cocer el pan en el horno del lugar. Estaban todos, como villanos que eran, sometidos a la justicia del Comendador representado siempre por su Procurador porque él y los de su casta nunca pusieron los pies allí. Recibían siempre sus beneficios muy lejos.
En diciembre de 2014 el estado es éste. @cac.
En 1738 ya el molino harinero estaba arrendado y en ese mismo año se valoran, en Libras y Sueldos, los utensilios que en él había. Si alguien quiere conocer su valor puede ir al Archivo Histórico de Teruel (AHT) y consultar los protocolos notariales de Francisco de Oria. Allí podrá conocer el nombre de uno de los últimos arrendatarios, Apolinario Abril, que sabía muy bien el nombre y la valoración de los utensilios. En Orrios se pueden obervar, en el Molino de la Maquila, los utensilios. Basta abrir la bocana y echar el agua. El molino molerá con los utensilios cuyos nombres olvidados, que no perdidos, son: muela, ruejo, prepalo, biga, dado, garzón, argolla, árbol, manzana, cerquillo, rodezno, rasera, palo, garrofones, clavos, caminales, cordón, encajado, tolva, botana, canal, cercillo, aliviador, adormidor, entabocado.
2014. Las piedras talladas no están. Quedan las firmas de bípedos y cuadrípedos. @cac

Segundo.-
 En esta misma época se levantan unos peirones en los límites de las construcciones del lugar. En muchos otros pueblos de esta zona han sido remozados y figuran como bienes culturales a proteger. En Alfambra se conservan dos. El de San Roque y el de San Antonio. Ahora resultaría difícil sacarlos del lugar en que se encuentran, atrapados entre piedras y ladrillos. ¿Sería tan difícil asearlos? 
Peirón de San Roque. Alfambra. Diciembre 2014. @cac
Peirón de Santonio. Alfambra. Diciembre 2014. @cac
San Antón merece un poco de aseo. @cac
         
Peirón de San Roque un poco aseado. @cac.
Y el resto de ese tercero tirado junto a un pajar al lado del cementerio ¿dónde estuvo ubicado? Aún se lee en una de sus piedras silleras una memoria que es una fecha: 1720.
Piedra sillar de un peirón marcada en 1720. Semienterrada junto al cementerio. Alfambra Diciembre 2014. @cac.


Son pequeños detalles. 
Conocer la historia y respetarla cuesta poco esfuerzo.
 Basta con querer.