lunes, 20 de junio de 2022

Teruel. "Yugos quisieron poner gente de la hierba mala. Yugos que habían de dejar rotos sobre sus espaldas" (Miguel Hernández)

 

 

El Torico estrellado.

                Gentes y gentes, veces y veces hemos pasado junto al totem diminito símbolo de la ciudad. Sabemos que está ahí. No le hacemos caso porque es algo tan nuestro que lo llevamos con nosotros sin darnos cuenta.

    En torno a él, bajo los porches sostenidos por las columnas pétreas, en la entrada a las calles radiales de su pentagonal plaza, refugiado en distintos lugares, observando el ir y venir de mis paisanos de la ciudad y de los pueblos provinciales, he tomado notas para mis trabajos históricos y literarios, he rememorado historias pasadas encontradas en los archivos que se me hacen presentes cuando piso estas piedras, cuando acaricio estas columnas, cuando hago vívidos tantos hechos pasados de una Historia de las gentes de cuando entonces y de cuando ahora.

    Y guardo silencio. Un silencio de memorias pasadas y presentes que me acompaña siempre, una y otra vez, y otra y otra.

 

     Hoy el silencio me lleva a contemplar estas imágenes que nos ha dejado una conmemoración en la que pusieron sogas a la columna pétrea y consiguieron ahorcarla. 

     Se vino abajo y el Torico se hizo pedazos.

     Hoy es más torete que Torico. 

 

La alcaldesa Emma Buj, cual vestal destronada, a los pies de la media columna. junio de 2022.

 
   
El Alcalde José Maicas Lorente, nombrado en 1938 por el ejército sublevado.

Las sogas ahorcaron la columna y el Torico dejó su estrella y se estrelló.



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