El esqueleto roto de la
paridera del abuelo Repoyo se ha quedado varado para siempre en el inicio del
lugar de Los Pelarchos.
Los dos recintos parejos, separados por las paredes
levantadas por piedras desparejas recogidas entre las tierras de labor
sembradas de centenos en año y vez son tan sólo montones desmoronados ocultos
entre los cardos.
Tan sólo queda una esquina del tejado sujeta por cañizos
enhebrados entre retorcidas vigas de los chopos cabeceros crecidos en la ribera
(riera, dicen) en los flancos del río, allá lejos.
La sierle (excremento de las ovejas) después de tantos años
sin limpieza se ha decantado en tostaranas tiesas horizontales, cuarteadas y
abombadas.
Para penetrar en lo que fue lugar de acogida de los rebaños
(atajos) es preciso agacharse y caminar con cuidado entre el pesebre roto que
sirvió para que los mulos, en los tiempos de la siega, comieran su pienso y
hasta para que el dallero Mariano durmiera entre las pajas de un centeno añoso
en aquellas noches que llegaban después de los días ardientes y eternos de la
siega.
En lo desmoronada pared lateral externa aún adivino las tres
piedras que mi madre disponía para sujetar el fuego encendido con unas ramas
resecas de carrasca, las mismas piedras que sostenían la olla de barro donde se
cocían las patatas luego salpicadas por una raserada de grasa, de aquella grasa
que protegió la conserva del último matapuerco que ya se iba agotando. En
ocasiones algún gazapo de conejo atrapado entre las aliagas o quizás una liebre
encamada entre el aromático espliego (lavanda) acababa en el puchero cuando aún
sangraba después del despellejo.
… … … El tiempo pasado se
fue, ya no vuelve. Tan sólo queda el recuerdo que sirve para seguir en el
camino del vivir de ahora.
… … … Mañana estos mismos lugares serán atrapados
por las placas solares que los encarcelarán para siempre.
… … … Las gentes
herederas de estos secanos esperan que les lleguen algunos dineros por estas
tierras con la próxima siembra de las placas solares.
… … … Ojalá les sean más rentables que ahora.
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