domingo, 10 de agosto de 2025

Orrios. Siembra placas solares.

 



           El esqueleto roto de la paridera del abuelo Repoyo se ha quedado varado para siempre en el inicio del lugar de Los Pelarchos.

         Los dos recintos parejos, separados por las paredes levantadas por piedras desparejas recogidas entre las tierras de labor sembradas de centenos en año y vez son tan sólo montones desmoronados ocultos entre los cardos.

         Tan sólo queda una esquina del tejado sujeta por cañizos enhebrados entre retorcidas vigas de los chopos cabeceros crecidos en la ribera (riera, dicen) en los flancos del río, allá lejos.

         La sierle (excremento de las ovejas) después de tantos años sin limpieza se ha decantado en tostaranas tiesas horizontales, cuarteadas y abombadas.

         Para penetrar en lo que fue lugar de acogida de los rebaños (atajos) es preciso agacharse y caminar con cuidado entre el pesebre roto que sirvió para que los mulos, en los tiempos de la siega, comieran su pienso y hasta para que el dallero Mariano durmiera entre las pajas de un centeno añoso en aquellas noches que llegaban después de los días ardientes y eternos de la siega.

         En lo desmoronada pared lateral externa aún adivino las tres piedras que mi madre disponía para sujetar el fuego encendido con unas ramas resecas de carrasca, las mismas piedras que sostenían la olla de barro donde se cocían las patatas luego salpicadas por una raserada de grasa, de aquella grasa que protegió la conserva del último matapuerco que ya se iba agotando. En ocasiones algún gazapo de conejo atrapado entre las aliagas o quizás una liebre encamada entre el aromático espliego (lavanda) acababa en el puchero cuando aún sangraba después del despellejo.

… … … El tiempo pasado se fue, ya no vuelve. Tan sólo queda el recuerdo que sirve para seguir en el camino del vivir de ahora.

… … …  Mañana estos mismos lugares serán atrapados por las placas solares que los encarcelarán para siempre.



… … … Las gentes herederas de estos secanos esperan que les lleguen algunos dineros por estas tierras con la próxima siembra de las placas solares.   

                   … … … Ojalá les sean más rentables que ahora.


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