jueves, 15 de diciembre de 2016

Crisanto Polo Sorrulla.

Crisanto Polo Sorrulla.

Crisanto Polo Sorrulla




     Esta fue la última fotografía que Crisanto Polo Sorrulla envió a su familia.
         Tenía 21 años cuando murió, como tantos otros, en diciembre de 1938, cuando ya la guerra civil española finiquitaba.
         La fotografía la guardó durante toda su vida Elvira Sorrulla López, Doña Elvira, como siempre la conocimos en Orrios.
         Doña Elvira llegó a Orrios en 1950, como Maestra de la Escuela de niñas.
 Aún la recuerdo desdibujada llegando en silencio a la escuela, ensimismada, enlutada de arriba abajo, sin una sonrisa.
 Todas las madres decían que enseñaba mucho, que las niñas de la escuela aprendían antes a leer que nosotros, que además era muy hábil con la aguja y el dedal, que hasta les hacía plantillas con papeles de viejos periódicos y les ayudaba a confeccionar sus propios vestidos.
 Nunca la veíamos más que cuando iba y venía de la escuela.
Nunca las niñas cantaban el “Cara al sol” como hacíamos nosotros todos los días al entrar y salir.
 Llegó con un hijo y una hija. Nunca vinieron a la escuela. Sin marido. Viuda.
         Hace un par de años uno de estos hijos extrajo esta fotografía entre otros documentos. Fue entonces cuando me habló de su padre, Fermín, de su niñez en Formiche y en Cabra de Mora. Del expediente a su padre por su afección a la República, de la depuración y sanción a su madre durante dos años sin poder ejercer como Maestra, de su destierro a Orrios, de su hermano Crisanto, el de la fotografía, que había obtenido el título de Bachiller en el Instituto de Teruel y quería ser Maestro, de su voluntariado como soldado, de su muerte como teniente del ejército republicano y de esta fotografía que ahora rememoro.
La había tenido guardada entre los documentos que le legó su madre. Y por fin se había decidido a enmarcarla y a ponerla en la pared de su casa. Con las palabras que la madre, de su propia mano, había escrito en ella.

3 comentarios:

  1. Muchas personas llevaron el luto toda la vida, como mi abuela Juana, a mi abuelo lo mataron en la guerra, dejándola sola con los dos hijos, yo recuerdo una fotografía de mi abuelo el marco eran unos hilos entrelazados.

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  2. Qué de vidas tapadas, enrunadas, censuradas. No parece que cambiemos nada con los años, con los siglos. Habrá que seguir soñando.

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  3. Un relato escuelto, como las palabras de doña Elvira, que estremece las entrañas. Un historia, por desgracia, compartida con muchas maestras y con muchas familias españolas.

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