jueves, 5 de abril de 2018

A la dula y a matar el hambre.



Fotografía tomada de   http://alba-del-campo.blogspot.com.es/p/el-pastoreo-y-la-dula.html


       El hambre los hizo más listos que la tal.
Recogían las mulas, los machos, alguna yegua criadora, las cabras sueltas de cualquier casa, un par de vacas lecheras y hasta alguna oveja cojitranca.
         Marcaban la hora al paso de la recogida con un cencerro desportillado que sonaba hueco.
         De puerta en puerta por las calles de los pueblos en los barrancos y ramblas de las tierras del Alfambra, del Jiloca, de las sierras de El Pobo, por Ababuj, Jorcas, los valles de Sollavientos y las parameras serranas del Maestrazgo y por otros lugares más o menos lejanos.
Y recogían un revuelto rebaño hasta los prados y dehesas boyales donde pasaban los días y también las noches, junto a los humedales y aún algún esquelético regato.
 Mientras los animales ramoneaban las hierbas ellos, los duleros, combatían su hambre mamando a pelo de los pezones de las tetas de las cabras, vacas y, si se terciaba, de alguna yegua criadora de un mulato retozón.
         Hambre no pasaban aquellos días de la dula, no. Aunque aquella leche caliente succionada de las ubres animales les atacasen en cagaleras restregadas con los matojos de las hierbas de los ribazos.
         Con el tiempo les marcaron sus fiebres maltesas y los convertirían en esqueletos cansados llenos de dolores en las articulaciones de sus codos y rodillas.
         Eran los duleros. Servidores casi niños de las mismas gentes hambrunas de aquellos lugares cobijados en casuchas de adobes, camastros de pajas entrelazados con los bálagos del centeno, pucheros magros de tocino rancio, girasoles rastreros cuando había cogidos por los mismos duleros en las primaveras tardas y algún gazapo de liebre atrapado con el trenzado enlazado con las crises de los mulos cuando el esquilo.
  Por eso fueron más listos que el hambre. Los duleros.

Aquí les dejo un documento transcrito literal.

Original en Archivo Ayuntamiento de Alfambra.


Nosotros Miguel Polo y Pasqual Ybañez vecino de Alambra nos obligamos guardar la dula de primavera segun costumbre y arriendo q(u)e aquedado anuestro favor pencipiando la tarde del dia de oy y concluirá cuando la justi(c)ia lomande y senos pagan 3 r(eales) vellón y 2 ma(ravedis) a cada uno y por noche. q(u)e pagaremos todos los daños y penas q(u)e las caballerias agan. quelos días de fiestas durara la guarda desde las 4 de la tarde asta las siete de la mañana y los días de trabajo desde puestas de sol asta las siete de la mañana. queen fianzas presentamos a Enrique Castellot y Joaquin Fortea y presentes todos nos obligamos con personas y bienes abidos y por aber
Alfambra 3 de mayo 1835
  Enrique Castellot fianza
  Pedro Castellot por testi(g)o de lo dicho y firmo por Mig(ue)l Polo y Pasq(ua)l ootrgantes. Por Joaquin Fortea y por mi como testigo
 Fran(cisco) Galue q(u)e no sabe.

Fino la dula el 21 de julio inclusive la noche.

 
Orrios. Terrenos de la "dula". @ cac.

1 comentario:

  1. Alusión y elusión. Gusto por nombrar y callar. La palabra se hace historia y la historia se vuelve eterna en la palabra. Todo es posible cuando el demiurgo se llama Clemente Alonso.

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