martes, 31 de marzo de 2020

Cantamañanas todos. Aquí no se salva ni dios.




                 Con la rabia en mis palabras.


 Lo he oído aquí y allá, antes de la pandemia. Y tú lector o lectora también lo has oido, incluso es posible que hayas dicho algo de lo que ahora escribo. Lee y verás. Al rebullón unos y otros. Amorrados sobre la barra del bar.

   "El ébola estaba en África. Allá por el Congo. Y eran todos negros. Esos sirios son unos miserables. Como los turcos. Expulsados de todos los lugares. Me dan igual. No me van a amargar el vermú.
     Mueren en el Mediterráneo. Bah, gente de las pateras. Muertos de hambre. Que ni se sabe y qué más da. Los menas son delincuentes. Que se vayan de nuestro lado. Moros de mierda. Que vienen a quitarnos el trabajo. Que se queden por allí. Que hubieran nacido en otro sitio. Sudacas sin remedio. Con los pelos tiesos de indios. Con dientes como cuchillos. Analfabetos del carajo. Todos vienen aquí a robar. Tienen los hospitales gratis. Que paguen, coño, que además les dan de comer por la cara. Y aún ropa. Y joden a los nuestros. Porque van a la misma escuela. Y no saben ni leer. A ver. Que tienen hambrunas en su lugar porque no saben trabajar. Y así les va. Encima les tendremos que dar casa. Como si el recoger fresas les diera derecho a todo. Que sigan bajo los plásticos y que trabajen. En campos de concentración deberían meterlos a todos. A ver si dejan de ser morenitos. Que los blanqueen en los calabozos. Y a los chinos. Que no hacen más que poner almacenes y tiendas por todos lados. Y nos joden los negocios." ... ... ...
... ... ... 
  
       Y el odio se volvió contra nosotros. El ébola nos cogió lejos. Las hambrunas no las conocíamos. Los muertos de las pateras los ignorábamos. A los emigrantes los despreciábamos. Los chinos y su virus se lo  comían con sus ojos rasgados. Italia era una broma salpicada de espagueti. Francia votaba en domingo en sus municipales. Inglaterra estaba en su brexit. Alemania nos miraba desde arriba. Trump tocaba sus trompetas. Bolsonaro le daba a la samba. Aquí voceábamos a ritmo de manifestaciones, congresos voxísticos y fútbol que no nos falte.

      Y, de pronto, se jodió el invento.
      
       Y el virus, bicho, empezó a tocar los cojones a todos. Y tu abuelo murió en un plis plas, y tu madre, y tu padre, y tu hermano,y tu hermana, y un amigo y otro y otro más. 

        Y solos. Más solos que ellos solos.

      Y tu orgullo te lo vas a meter por donde te quepa. Y tu soberbia también. Y si salvas la vida veremos cómo la consigues enderezar. 
         Hemos sido unos soberbios y unas soberbias. Y unos chulos y unas chulas de mierda.

         Tú, y yo, y los demás.

       Aquí no se salva ni dios.

     Sólo nos redimirá la humildad, el respeto, la confraternidad, la igualdad entre todos, la ayuda mutua, el trabajo, el esfuerzo, la honradez.

       Ni razas. Ni religiones.

   Nadie es más que nadie.

.....

        Si mi madre fuera mora y yo nacido en Argel, renegara de Mahoma sólo por volverte a ver.



24 abr. 2014 - Subido por jotaire
SI MI MADRE FUERA MORA Y YO NACIDA EN ARGEL


 
 

      
 


 







2 comentarios:

  1. Comparto plenamente esa reflexión Clemente; veremos si cuando acabe esta crisis, ha servido para que recapacitemos de nuestro papel en el mundo o poco después estemos en las mismas que ahora.

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  2. Comparto plenamente esa reflexión Clemente;

    Miguel Morata, las personas que hemos pasado hambre y penalidades desde pequeñas(lo digo por mi) siempre hemos tenido presente lo de " ayudar y compartir" y quien me conoce lo sabe,( a veces nos comportamos como los caballos,(cuídame, límpiame y dame de comer y yo trabajare).Pero si me agotas trabajando,si me quitas la comida te daré una coz, y te lastimare,, ahí se acabara nuestra relación, tu me venderás por "cuatro perras" y ahí se acabara nuestra relación,...

    Clemente te cojo este párrafo que pones en tu escrito....Sólo nos redimirá la humildad, el respeto, la confraternidad, la igualdad entre todos, la ayuda mutua, el trabajo, el esfuerzo, la honradez.

    NOTA. hay que empezar admitiendo y enseñando que. Ni razas. Ni religiones. Nadie es más que nadie,

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