miércoles, 18 de marzo de 2020

Más acerca de la infamia. ¿Degollamientos en la plaza del Torico? Manuel Galve Muñoz.





Regulares moros y requetés en la plaza del Torico. febreo 1938. ¿No tuvieron nada que ver en los degüellos de los que se habla en los documentos que aporto?

           Lean los textos que ofrezco a continuación.
Aparecen en la causa sumarísima 2982-40 de la que hablaba hace unos días en estas mismas páginas.
       Recuerden:
                          Un juez especial: Antonio Rodriguez Pineda
                      Unos policías de la brigada social a sus órdenes encargados de obtener declaraciones después de las diligencias donde las personas han sido "convenientemente interrogadas".
     
       Ahora un hombre al que tienen detenido en la cárcel modelo de Valencia, Manuel Galve Muñoz, de setenta años que ha sufrido los efectos de la guerra en Teruel. Asustado. Temeroso firma todo lo que le pongan por delante esos especialistas en torturas llamados  Pedro González Galaz y Antonio Ferrer Alapont, y que redactan sus propias actas atemorizando a los familiares del encarcelado.
    En otra entrega ofreceré declaracioes proporcionadas por familiares cercanos a este hombre aterrorizado por las consecuencias de la guerra y sus circunstancias.
     Todos estos documetos conservados en el Archivo histórico militar de Zaragoza a disposición de los investigadores.

     Se trataba en esta causa de condenar a unas cuantas personas de Teruel como ya vengo diciendo y, también, de crear una opinión popular adobada con publicaciones panfletarias que tienen su origen en aquel Albarracín del 21 de enero de 1938 para tergiversar la Historia.


     Algunas perlas de la obtenida declaración:
  
       . Manuel Galve Muñoz tiene setenta años y mucho miedo. "Convenientement interrogado". (Atención al entrecomillado).
        . Declara que fue evacuado junto a otras personas desde Teruel a Valencia.
        . Confiesa menudencias anecdóticas referidas a un cántaro de agua y al tabaco y dinero de propina.
        . Los agentes le hacen relacionar su acción con la aparición de un personaje mítico, "El Campesino".
        . El declarante no vio los hechos pero "por referencias" sabe de los saqueos, robos y asesinatos y de los actos cometidos en la plaza del Torico. Eso sí, indica que ocurrieron dos o tres días antes de la reconquista de Teruel por las fuerzas nacionales.
        . Fue entonces cuando vio que los porches estaban llenos de cadáveres que "no parecían haber sido muertos a tiros sino más bien degollados".
        . Afirma que le dijeron que habían muerto 40 hombres y 4 mujeres, calificadasestas últimas de "golfas". (¡Vaya precisión la del declarante y sus torturadores!)
       . Lo afirma pero no lo puede precisar porque no presenció la comisión de los hechos.  (¿En qué quedamos, pues?)
        . Vuelve a afirmar que los autores de la masacre fueron "unos individuos de las Brigadas de El Campesino y unos cuantos dirigentes rojos de Teruel".
         . Un detalle: a una de las mujeres asesinadas un militar le bajó las faldas que tenía subidas. (Todo un detalle).
         . Dice que por allí andaban traginando individuos tales como El francés, los colones, Perruca, El zurrapo y, cómo no, Ángel Sánchez Batea "El obispo". (¿Pero no eran las fuerzas nacionales las que estaban en la plaza del Torico?. ¿Confraternizaban con esos elementos "rojos" nombrados?)
         . Afirma que no tuvo tiempo de mirar bien a los muertos. (¡Vaya, hombre!)
         . Señala que no se atrevió a denunciar los hechos que relata hasta el día de su declaración "porque había sido amenzado de muerte por El francés y tres o cuatro más"... "que la amenaza le fue hecha el mismo día o el siguiente de haber ocurrido los hechos en la plaza del Torico".
            . Más adelante, el 14 de abril de 1943, el declarante afirma, ya con setenta y tres años , que "ignora las circunstancias del autor de los asesinatos". (El documento también lo pueden leer en esta entrega)

      Como aficionados al relato novelado los agentes de la brigada social al servicio del Juez especial Antonio Rodríguez Pineda demuestran su impericia y su contradicción argumentaria. Como torturadores son unos hachas.

       Todo sirvió para que el fiscal Féliz Solano Costa lo recogiera en su informe ante el tribunal militar que dictó las sentencias condenatorias por "adhesión a la rebelión" y en algunos casos "con perversidad manifiesta" que llevaron a siete de ellos a ser fusilados en Torrero la madrugada del 28 de mayo de 1943.

    El Sumario 2982-40 ofrece en sus miles de documentos una crónica absurda del horror, la represión, la tortura y el asesinato.

   Ahí les dejo los documentos. (Continurá)

   Léanlos y saquen consecuencias.

Moros encuadrados en el ejército del general Varela y coronel Yagüe montan su puesto de venta. La rapiña produce beneficios. Formaba parte del sueldo.





         
     
   
       













Todos los documentos conservados en el AHJTZ.

Tropas de soldados moros, encuadrados en "regulares". Desde el primer día estuvieron en el puente aéreo de los aviones pagados por Juan March y puestos a disposición por Hitler y Mussolini. Muchos murieron en tierras españolas.

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