"De padres mendrugos hijos zoquetes." Los libros a la hoguera aunque ardan mal.

 

 

Los libros a la hoguera aunque ardan mal. La España mendruga.

 

 

Lo oí en muchas ocasiones cuando era niño, aplicado a aquellas personas, sobre todos hombres, caracterizados por su fuerza bruta expresada con frecuencia en el trato con los demás manifestado también en palabras gruesas, despectivas y soeces.

            Despreciaban las buenas maneras, los intereses culturales, las lecturas de algún catón que cayera en nuestras manos y hasta presumían que en alguna ocasión le dijeron al maestro que no tenían la cartilla de lectura porque se la habían fumado.

            Cuanto más ignorantes y cuanto más brutos mejor. Así que de aquellos mendrugos devenían sus herederos zoquetes. Así es que en las escuelas españolas de los años cuarenta y hasta bien entrado los sesenta del siglo pasado con la enciclopedia Álvarez de cada grado y con la repetición memorística de normas y obligaciones ya teníamos bastante.

            En todo caso quien pudiera adquirir los tebeos de Roberto Alcázar y Pedrín y el capitán Trueno ya iba bien apañado. De esta manera se nos metía hasta el tuétano la brigada social de hechuras joseantonianas y las cruz estampada en el pecho del sucedáneo de los caballeros cristianos en la búsqueda del santo grial de la inquisición totalitaria.

            Libros en la escuela ninguno. Lista de los reyes godos y catecismo de la doctrina cristiana un día sí y otro también. Tuvieron que pasar muchos años para que descubriéramos la labor de aquella mujer abnegada y sabia que fue María Moliner.

 

María Moliner.

 

            Aquellas bibliotecas populares que ella creó fueron desmanteladas desde el primer día de la sublevación franquista. La cultura siempre ha sido combatida por los totalitarismos como su mayor enemigo.

            Traigo hoy aquí un decreto publicado el cuatro de septiembre de mil novecientos treinta y seis del gobernador civil de Teruel Martín Rodríguez, en los mismos días en que en las madrugadas la furgoneta amarilla cargaba a hombres y mujeres para que les decerrajaran un tiro junto a los pozos de Caudé.

           

            Aquí lo tienen

 

 

Edicto del Gobernador civil. Teruel. 4 septiembre 1936

 

 

     Manda y ordena el tal gobernador que se revisen las bibiotecas populares y que se expurguen inquisitorialmente todas las publicaciones, libros, folletos, revistas y estampas de propaganda.

            ¿De qué tipo era calificada esta propaganda? Cómo no comunista, anarquista y pornográfica. (¿Les suena actual incluso la repetición que se hace en algunos casos y con erre que erre en cualquier ocasión de determinadas personas atascadas en sus partidos políticos derechistas y neonazis?). Y por si fuera poco cuantos escritos o impresos contengan declarada o encubiertamente doctrinas subversivas contrarias a la moral, a las buenas costumbres y se hallen en pugna con el glorioso movimiento nacional de España.

            Lo diré más claro: hay que acabar con todo, cortar la cabeza y con ella el pensamiento de cualquier atisbo que no estuviera con la sublevación capitaneada por los militares franquistas y con todas las fuerzas dinerarias, reaccionarias y totalitarias que los apoyaran.

Es decir no dejar títere con cabeza. Había que crear y aun potenciar a las personas mendrugas para que engendraran y formaran hijos zoquetes.

            Y así nos fue.

            Aún con todo, después de ser depurada, maltratada, desechada, expulsada y purgada como la totalidad de los funcionarios públicos españoles María Moliner, con su hacer diario sacrificado, humilde y sabio, concibió y más tarde publicó su "Diccionario de uso del español". Una obra monumental, sin parangón alguno.

            Y así en su entrada correspondiente a “mendrugo” aplicada a una persona especialmente torpe o muy torpe la asimila a zoquete, churrusco, codorno, corrusco, coscurro, curcurro, currusclo, rebojo, rebujo, repojo, rosigón, sequete, zaro, zurrusco, tarugo, zoque.

            Díganme si todos los apelativos anteriores no estarían bien aplicados a este gobernador Martín Rodríguez y a tantas y tantas gentes que estuvieron sometidos a sus decretos.

            Y hasta hoy, porque de padres mendrugos hijos zoquetes.

Las bibliotecas, las caravanas de la cultura republicanas llevadas hasta las poblaciones más apartadas de la geografía española fueron sustituidas por los sucedáneos de la charanga y de la pandereta osquestada singularmente por los ademanes falangistas.

            Vean algunos ejemplos de las actuaciones de las llamadas cátedras ambulantes de la sección femenina de falange en alguno de los torturados pueblos de la provincia de Teruel. (Las fotografías se conservan en el Atchivo histórico de Teruel)

 

           

           

 

Villarquemado. Cátedra ambulante. Acto final. Hacia 1960.

Equipo de fútbol falangista luce en su pecho el escudo del yugo y las flechas. Teruel. Hacia 1960

Samper de Calanda. Exposición de labores. 1967

Luco de Jiloca. Practicando primeros auxilios. Con traje de fiesta.

Perales de Alfambra. Alocución del Gobernador civil desde el Ayuntamiento. 1965

Celadas. Las mozas atentas al reparto de diplomas.

Teruel. Las mujeres de Falange ensayando la labor. 1943

Allepuz. Representación final programada por la Cátedra ambulante de la sección femenina. Hacia 1960

   Y vean aquí a Sor Mussolina Rociera de la Encarnación del mal. Pirómana actual.