En agosto de 2017 publiqué esta entrada que
reproduzco ahora de nuevo.
Justo ayer, en una ceremonia íntima, junto a su
familia, dejamos a Jaurés en el cementerio de Teruel. En el mismo momento en
que la ciudad enloquecía con las fiestas de la vaquilla del Ángel.
Pude entregar a su familia la portada del libro que aparece justo mañana en
donde se podrá comprobar el temple de su padre Ángel Sánchez Batea.
Una vez más llegamos tarde.
Hasta siempre Jaurés.
Tuve la enorme
satisfacción de escucharle durante tres horas bajo la sombra de la noguera en
nuestra casa de Orrios.
Fue el pasado
domingo día 6 de Agosto.
Tiene 89 años cumplidos y una
memoria ejemplar.
Luego nos acompañó el miércoles 9
en las “Conversaciones en Orrios”. Durante todo el día, sin reblar,
interviniendo en las conversaciones.
Jaurés todavía se
emociona cuando rememora a su madre y a su hermana de dieciséis años. Ambas
“desparecidas” hasta hoy por las gentes militares y civiles sublevados en
Teruel contra el gobierno de la segunda República.
Su padre, Ángel Sánchez
Batea, fue militante socialista y fundador de la Casa del Pueblo en la ciudad
de Teruel. Se hizo cargo del Ayuntamiento de Teruel durante el asedio de la
ciudad en diciembre de 1936 hasta que evacuó a los civiles de Teruel cuando ya
los sublevados se impusieron.
Salvó la vida al obispo
Polanco y al general Rey D,Arcourt conduciéndolos hasta San Miguel de los Reyes
en Valencia. Luego la perdieron en Pont de Molins.
Ángel Sánchez Batea fue condenado a
muerte por un tribunal militar en un juicio sumarísimo en Zaragoza. Fue
fusilado en las tapias del cementerio de Torrero en 1941.
Gracias Jaurés por su entereza. Nos
dijo muchas cosas. Me quedo con una: “la primera obligación de una persona de
izquierdas es ser ético”.
Gracias
Jaurés. Nos veremos pronto.
|
Con Jaurés Sánchez Pérez y Pilar, su mujer, Orrios agosto 2017 |
|
Referencia en Diario de Teruel de las Conversaciones en Orrios. |