miércoles, 30 de enero de 2019

Teruel. Año 1936. Alcalde Maicas. UN MILLÓN de pesetas para comprar aviones de caza.





José Maicas Lorente. Teruel 1938. (original en BNE)



        El 24 de agosto de 1951 José Maicas Lorente, quien al iniciarse el Glorioso Movimiento Nacional en el año 1936 fue designado Alcalde-Presidente del Ayuntamiento de Teruel, fue condenado a pagar el préstamo, más los intereses acumulados, correspondientes al  MILLÓN de pesetas que en virtud de un préstamo personal le había concedido la sucursal del Banco de España en Teruel el 7 de septiembre de 1936.

            Según el documento que adjunto, custodiado en el Archivo histórico provincial de Teruel (AHPTE), la solicitud del tal préstamo se realizó con la garantía solidaria de los señores que se detallan a continuación… … … todos señores patriotas y capitalistas de la ciudad, según se escribe y acredita en los documentos archivados.

Aquí aparecen los nombres de los avalistas turolenses. AHPTE


            El préstamo concedido había sido solicitado porque  con motivo de la guerra la aviación roja venía con frecuencia, casi diaria, a bombardear la población de Teruel… porque en vista de las desgracias que por la aviación se venían causando en las personas y en las cosas, en esta ciudad, empezó a cundir la idea de que era preciso adquirir TRES AVIONES DE CAZA que sirvieran principalmente para la defensa de Teruel contra los bombardeos enemigos.

            El dinero, según acredita el abogado defensor del alcalde Maicas, se entregó al Excmo. Sr. Capitán General de la Quinta región militar para la compra de aviones.

            Pese al incisivo y voluminoso aporte jurídico del letrado el FALLO del Juez condenó a José Maicas Lorente al pago de UN MILLÓN CIENTo SIETE MIL CUATROCIENTAS CINCO PESETAS CON CINCUENTA Y TRES CÉNTIMOS

como responsable DEUDOR ÚNICO.


Primera y última página de la sentencia. AHPTE.




    En el expediente conservado en el AHPTE consta como recibida y firmada la condena junto a la renuncia expresa a ser apelada. No consta si fue abonada, ni por quién, o si fue condonada por la entidad bancaria.



     Ya por entonces este Alcalde había caído en desgracia entre las fuerzas vivas políticas y entre los capitalistas patrióticos citados, cesado de la Alcaldía en 1941 y juzgado por el Tribunal militar de la misma Quinta región en 1943, por ciertas desavenencias con los ejecutores diarios del régimen franquista instalado en Teruel.
     Esta última causa, también de voluminosa documentación, quedó sobreseida contra José Maicas Lorente, quien no había sido más que un interesado testaferro al servicio de la causa de los sublevados contra la República en 1936 y de los mismos, y sus descendientes, una vez terminada la guerra y continuada en la represión, muy cruel, contra los ciudadanos turolenses. Los informes que Maicas remitió a los jueces instructores de los juicios sumarísimos referidos a sus conciudadanos y vecinos perdedores en la guerra fueron incendiarios y demoledores.



          En otra ocasión aportaré documentos muy significativos de estos sesenta y dos “capitalistas patriotas” y de sus descendientes que marcaron la vida y aún la muerte de turolenses marcados por la tragedia.

   

           

           

martes, 22 de enero de 2019

Un niño de la guerra. José Ramón Bada Panillo.


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  •   José Ramón Bada Panillo, Pepe Bada, acaba de publicar “Recuerdos para la paz”, un libro de “un niño de la guerra”, porque “los hombres se entienden hablando  … si quieren”.
  •          Favara (Zaragoza), el pueblo en donde se crió el autor quedó atrapado primero por “los otros”, luego por “los nuestros” y entre todos por “los nuestros” y por “los otros”.
  •          Los lugares del Bajo Aragón y algunos del Matarranya sufrieron la tragedia causada por una guerra sin duda incivil. El autor de estos recuerdos, tan necesarios y dignos de ser agradecidos, nos habla de sus familiares y de las gentes de aquel mundo vivido por quien fue Pepito y ahora es nonagenario, y a lo largo de su dilatada vida niño de la guerra, seminarista, estudiante de teología tomista, teólogo, profesor de otros en su carrera hacia el curato, exclaustrado, comprometido con los momentos sociales que le tocó vivir, sociólogo y hasta consejero de cultura del gobierno socialista aragonés que presidió Santiago Marraco.
  •          “A mi padre lo mataron”, y a tres hermanos de su padre, y entonces comenzó a sentir la herida que lo marcó para siempre y más que nadie a su madre, Genoveva, “una leona” para sacar adelante a él y a sus hermanos. Pepe Bada,  el autor de estos recuerdos, era el tercero de los cuatro. Su hermano mayor rozaba los doce años en 1936 y él tan sólo tenía siete.
  •          “Mi padre era católico, apostólico y romano”, dice el autor. “Y lo mataron”. Como cualquier niño buscó a su padre por los lugares de su casa, convertida en fonda regentada por su madre para poder sobrevivir. Se preguntaba “por qué no volvió su padre”. Y tuvo que responderse “porque lo mataron y los muertos no vuelven. Pero nunca sabré por qué lo hicieron”.
  •          Estos recuerdos abarcan el tiempo transcurrido entre el inicio de la última guerra civil española en el verano de 1936 y la entrada de su autor, a los doce años, en el seminario de Alcorisa, el único lugar en el que se podía ir a estudiar en aquellos tiempos de posguerra.
  •          Están escritos estos recuerdos desde la comprensión de toda una vida y la evolución de la sociedad española por un nonagenario “para la paz”, como se cita en la portada del libro.
  •          Cuando ya bien entrada la democracia, y después de muchos esfuerzos se desmontó “el monumento a los caídos por Dios y por España” en el pueblo de Favara, se sustituyó por la inscripción “en memoria de cuantos favaroles han sufrido la innecesaria crueldad de la guerra civil iniciada el 18 de julio de 1936”  habían quedado atrás “los símbolos franquistas que sustituyeron a los símbolos republicanos y a los símbolos anarquistas tan efímeros … los símbolos puramente franquistas sin adherencias ideológicas de otra naturaleza y sin anclaje en la historia local, desaparecieron pronto … un día cualquiera quitaron de allí … el yugo y las flechas que plantaron los fascistas con un árbol sin raíces y que nadie durante tanto tiempo se había atrevido a tocar …”
  •          El autor que fue niño de la guerra, con sus recuerdos para la paz, nos ofrece, por medio de su memoria vital “un intento por comunicar una experiencia personal”, un ejemplo de reconciliación mediante la aceptación de “los nuestros” por “los otros” y de “los otros” por “los nuestros”, como una vez y otra señala en estas páginas tan necesarias que nos comunica este nonagenario, no exento de pudor, cuando nos las ofrece.
  •          Bien venidas seas sus palabras, necesarias estas memorias, agradecidas por los lectores que buscan la verdad histórica, la aceptación de la realidad española, la comprensión y la paz más sincera de las conciencias personales.
  •          Lean estas páginas y encontrarán entre otras muchas cosas, cómo en la escuela se instaló el desorden de un nuevo orden, cómo se colectivizó el trabajo y los recursos, cómo algunas personas mantuvieron su dignidad en momentos trágicos, cómo se produjeron robos y asesinatos, cómo en una misma casa se juntan para sobrevivir tres viudas y siete huérfanos todos menores, cómo los moros saquean los bienes y persiguen a las mozas, cómo los mozos y las mozas son reprimidos por sus bailes pecaminosos y hacen las bellaquerías por los ribazos, cómo el dinero no sirve según y cuándo, cómo se cambian las siglas políticas de un día para otro, cómo una fe no se puede imponer a garrotazos y una no fe a culatazos, cómo se señalan y denuncian a los rojos y a los nacionales, cómo se hace tragar aceite de ricino para humillar a las gentes y se les rapa la cabeza a las mujeres, cómo se vive el espanto de tantos muertos y heridos en la batalla del Ebro, cómo los italianos fascistas “no sólo dejaron hijos sino bombas que explotaban", cómo los hijos de la guerra hicieron de la guerra un juego, cómo “ninguno de nosotros hicimos la guerra y todos la padecimos” …
         Y también cómo en la posguerra y terminada la guerra “comenzó la represión del pensamiento”, la conversión de los infieles para abrirles las puertas del cielo, cómo no se puede afirmar que la Iglesia “contribuyera nada a la paz y a la reconciliación entre los españoles”, cómo algún favarol fue fusilado en 1945 por haber pertenecido a aquel maquis que tenía “mucha moral pero pocas posibilidades”, cómo unos y otros sufrieron las miserias de los piojos y los desastres de la guerra, cómo aparece y se queda para siempre el miedo, la represión, el nacionalcatolicismo, cómo en Favara “se reza en castellano y se blasfema en catalán”, “cómo es posible creer en Dios si no hay libertad para no creer”.
Genoveva, viuda, y sus cuatro hijos, huérfanos. La tragedia en la cara.
  •    Así, como dice el autor de estas páginas, con el tiempo, al secar las propias lágrimas aprendemos a ver las de los otros. Confío que hoy, al recordar un olvido imperdonable, no caiga nadie en otro olvido por mor de otros prejuicios. También mi padre estuvo en la cárcel, también lo fusilaron, también yace en una fosa común”.
  •          Todas las víctimas “son víctimas de la misma injusticia. Todas las injusticias son injustas”.

  •          Ojalá tuviéramos muchos libros como este.
  •          Ojalá se leyera en las escuelas de todas las Favara españolas.
  •       Y ojalá se enseñara con él en las universidades que se dicen humanistas. 
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martes, 15 de enero de 2019

Teruel. José Sánchez Pascual. Una historia de locos.










Original en ATJZ.

Originl en ATJZ.






       El 19 de enero de 1993 José Sánchez Pascual se encontraba en Valencia y, según certificado médico del Insalud era

 paciente parkinsoniano, intervenido de estonosis de canal vertebral lumbar de la que queda como secuela hemiparesia necesitando sondaje permanente y recientemente intervenido de fractura subtrocanterea derecha por caída casual, por eso no pudo acudir dos días más tartde en que había sido citado ante el Juzgado de Instrucción nº 4 de Valencia para recoger el certificado en que 

 se le concedía la gracia de amnistía en relación al delito de rebeldía en que fue condenado (causa número 1439-41) por tratarse de una infracción delictiva de intencionalidad política.


           A buenas horas mangas verdes. 



       Antes José Sánchez Pascual, Pepe para su familia, había pasado por las cárceles de Valencia, de Zaragoza y había sido ingresado en el psiquiátrico, llamado manicomio, del Padre Jofre en también Valencia.

Original en ATJZ.


         La familia de José fue una de las más castigadas durante y después de la última  guerra civil española. En los comienzos del verano de 1936 los sublevados de Teruel habían matado a su padre Juan, a su tía María y a su prima Pilar de 17 años (esposa e hija de su tío Ángel Sánchez Batea),  su hermano Dámaso había muerto en los calabozos de Valencia como consecuencia de las torturas sufridas en los debidos interrogatorios, a su tío Ángel también lo fusilaron en 1943, su tía Antonia, hermana de su padre, y las hijas de esta,  fueron condenadas a años de prisión después de 1939.

 Por eso, por ser de la familia.


            En el Archivo del Tribunal militar número 32 de Zaragoza se encuentra la documentación relativa al consejo de guerra al que fue sometido instruido por el alférez-juez Antonio Rodríguez Pineda, quien reclamó, ex profeso y por escrito, a los agentes de la brigada social Antonio Ferrer Alapont y Jesús Moreno de la Torre, formados en la Gestapo española, para que aplicaran las medidas oportunas en el interrogatorio de José. No consiguieron que José firmase ninguna declaración, aunque la redactaron y luego sirvió de acusación. Por las torturas que sufrió consiguieron que José se volviera loco y por eso pasó más de un año como prisionero en el psiquiátrico de Valencia y luego padeciera sus secuelas unos años en la cárcel de Zaragoza.

            Los agentes de la Gestapo española citados redactaron ante el siniestro Alférez-Juez citado, quien lo atestiguó,  el día 23 de febrero de 1941 entre otras cosas nunca firmadas por José

 que en julio de 1936 estaba segando, que estuvo en la Columna de Hierro llevando comida a quienes estaban en el parapeto, que luego regresó en el batallón Largo Caballero en el frente de Teruel hasta noviembre de 1937, y luego, en Alicante, que cuando Teruel fue conquistado por el ejército rojo el deponente pidió permiso para trasladarse a Teruel con el fin de recoger a sus familiares y los llevó a Valencia, que en Teruel también recogió las vacas y otros animales de casa de su madre, que a su hermano Dámaso se le escapó un preso en Teruel llamado “el Quingaª cuando iba a matarlo, que en Teruel cuando entraron los rojos se cometieron muchos asesinatos, que su primo Ángel detuvo al “tio Miguel el de La Cuba” y su hermano Dámaso a Manuel el Busca y no sabe qué suerte corriero, que se incorporó a filas con el Gobierno rojo siendo destinado a Borriol (Castellón) en el frente de Levante, que actuó con su primo Ángel en el control de evacuación y clsificación establecido en Puebla de Valverde, donde se cometieron muchos fusilamientos, que en rueda de presos se le señaló como uno de los individuos que se encontraban en la plaza del Torico de Teruel cuando el degollamiento de elementos nacionales se había realizado junto a su primo Ángel “el Obispo” y José “el de las Morenas”.



        La declaración, con la firma del Alférez-Juez y de los policías sociales está fechada, como señalo antes, el 23 de febrero de 1941. Ya muy poco después, el 7 de marzo  el Doctor Barcia Goyanes, jefe de sección de Neuropsiquiatría del hospital de Valencia certifica que

 José Sánchez Pascual, de 28 años,natural de Teruel … se halla afecto de esquizofrenia, con síndrome catatónico, por lo que se recomienda su urgente traslado al Manicomio provincial para su mejor vigilancia y tratamiento.


Original en ATJZ.










    Estuvo allí al menos hasta el 19 de junio de 1942 cuando el médico director de ese establecimiento Doctor Marco Merenciano, comunica al entonces juez especial de la 5ª región militar con sede en Zaragoza que José Sánchez Pascual está en condiciones de ser dado de alta porque

 ha remitido el brote esquizofrénico caracterizado por embotamiento afectivo, acinesia, mutismo, etc…. fue sometido a tratamiento cardiazólico, habiendo remitido totalmente no habiendo presentado posteriormente manifestación de psicosis alguna.




Original en ATJZ


     

                Así, el 19 de noviembre de 1942 declara y ahora sí firma ante el juez especial de Zaragoza que 

no firmó la declaración de 23 de febrero de 1941 por no haberse enterado de que le habían tomado declaración … y que no se encontraba en condiciones físicas para efectuarla … que no estuvo en Teruel cuando entraron las fuerzas rojas sino en Segorbe.


     El fiscal jurídico militar nombrado para el caso en el que se encausaba a José Sánchez Pascual y veinte más pidió el 25 de febrero de 1944 la pena de catorce años y ocho meses de prisión por el delito de rebelión, pese a que

 confundido con su hermano Dámaso (fallecido) le fueron acumulados en  principio cargos que sobre este solo pesaban, hoy desvirtuados.


    Distintos informes remitidos por gentes vinculadas o residentes en Teruel, avalaron la imposición de la pena señalada que los militares componentes del tribunal nombrado ex profeso por lo que quedaban muy satisfechos al copiar las solicitudes de los fiscales.


    Aquí dejo uno de los informes. El firmado por el alcalde de Teruel José Maicas Lorente, autor de varias docenas remitidos a sendos procesos que algún día, con más calma, señalaré.


    Lo delata como

 comunista en extremo y propagandista entusiasta de la extrema izquierda … primo hermano y guardaespaldas de Sánchez Batea “el Obispo”: chulo y matón.

original en ATJZ
José Maicas Lorente, alcalde que fue de Teruel, firmó abundantes informes referidos a personas de su ciudad. Merecen un detenido estudio debido al encarnizamiento reflejado en los mismos. Menos conocido es el hecho en el que, en 1952, fue condenado por un tribunal  a abonar UN MILLÓN de pesetas, más sus intereses, reclamado por el Banco de España agencia de Teruel, como consecuencia de no haber devuelto el préstamo solicitado a título particular, aunque avalado por numerosos ciudadanos relevantes de Teruel, en agosto de 1936,  para la compra de tres aviones destinados a la defensa de Teruel.  




      En 1946, José Sánchez Pascual se encontraba en Valencia, donde había fijado su residencia disfrutando de los beneficios de la libertad condicional  … y solicitaba 

a S. E. el Jefe del Estado en virtud del decreto del 9 de octubre pasado para que sean concedidos los del indulto de la pena que me falta por extinguir.

Solicitud de José Sánchez Pascual en 1946. Original en ATJZ.