viernes, 3 de febrero de 2017

Alfambra. 1939. Miseria


Y ahora qué, adónde vamos.





                Alfambra. 1939. Miseria.





  Situaciones como la que sigue encontrarán en todos los pueblos españoles castigados con la última guerra civil.

         Documentos escritos con los cuales podamos situar los hechos en el lugar que les corresponda se conocen menos.

         El hambre, el frío, el dolor, el sufrimiento, la destrucción, la muerte de cuando entonces es la misma del cuando hoy.

         Imágenes de niños ahogados en el mar, gentes atravesadas por las cuchillas de las alambradas, personas de todas las edades muertas de hambre, extenuadas en el intento de sobrevivir, abandonadas de todos, están aquí, a nuestro lado, en las mismas fronteras que nosotros hemos levantado y que cerramos, en las aceras de nuestras ciudades, arrodilladas cuando nos piden unos céntimos porque tienen hijos, porque no tienen un lugar donde cobijarse, porque no tienen trabajo, porque no tienen nada más que hambre y soledad.

         Los vemos todos los días mientras cambiamos de canal televisivo en nuestra huida hacia adelante.

         Aquí traigo un ejemplo de las gentes que fueron nuestros abuelos, nuestros bisabuelos quizás, en los mismos lugares en que hoy unos descendientes de aquellos, ya en su tercera o cuarta generación, se desplazan por breve tiempo para celebrar las fiestas, cuando llegan, desde su origen familiar en la emigración urbana cuando aún no había fronteras.

         Lean y aprendan, leamos y aprendamos.



Miren, estamos en julio de 1939. Ya saben, el uno de abril de ese mismo año aquel general de voz aflautada había escrito aquello de “cautivo y desarmado el ejército rojo…”

         En lugares tan castigados por la guerra como es este de Alfambra sufrieron las embestidas de unos y otros. Y tuvieron que ser “evacuados” hacia un lugar u otro, según el frente de batalla estuviera unos kilómetros más aquí o más allá. La última evacuación del lugar por estas familias huyendo de las bombas y la metralla se produce en los primeros días de 1938. A partir de abril de 1939 comienzan a regresar a sus casas abandonadas. Se encuentran algunas destrozadas y muchas saqueadas. Hambre y miseria.

         Una persona “pudiente” pasa por allí. Tan pudiente que se permite escribir una carta desde su residencia en Madrid al Gobernador civil de Teruel.

 Les adjunto, transcrita y copiada, la carta fechada el 11 de agosto de 1939. Siete días más tarde, el 18, “se interesa” al teniente jefe de la línea de Guardia civil de Santa Eulalia, para que vaya a Alfambra e informe sobre la situación. El día 22 de julio el citado teniente envía su informe, que también acompaño. El 28 de septiembre el Gobernador designa para la distribución de ropas al Jefe local de F.E.T. y de las J.O.N.S de Alfambra.

         Algunas familias reclaman por escrito los enseres que creen suyos y que han desaparecido de sus casas durante estos meses de ocupación por las tropas franquistas sublevadas. Acompaño tan sólo un par de reclamaciones.

       Hambre y miseria.

 Aquí, allí, más cerca, más lejos, ayer, hoy y siempre. Las guerras y nuestra condición cainita.

     (Los documentos originales los pueden consultar en el Archivo histórico de Teruel).

Camino a no sé dónde.








      Madrid 11 de agosto de 1939

                                                        Año de la Victoria






Excmo. Sr. Gobernador Civil de

TERUEL.-



Muy Sr. Mío:

         Con ocasión de un viaje que he realizado a varios puebloa de su jurisdicción, he podido apreciar la magnitud del destrozo de todo género sufrido por esa provincia, a la cual tengo mucho cariño por haberme criado en ella. Pero habiendo hecho una mayor parada en Alfambra y enterada de cuanto allí ocurre, quiero ponerlo en conocimiento de V.E. por estimar que con ello colaboro al resurgimiento de España. El estado de miseria en que se encuentra el pueblo es enorme; ya no solo porque los vecinos al reintegrarse a él hayan encontrado sus casas destruidas y saqueadas, sino por el abandono que sufren por parte de las Autoridades locales. Allí no existe Auxilio Social al combatiente, ni a presos y perseguidos. Y mientras los familiares carecen de lo más indispensable para la vida, en los locales del ayuntamiento existe, visto por mí, un almacén de colchones, ropas de todas clases y sacos de productos alimenticios. Dicen que recogido a los que regresaban al pueblo, y que yo no digo fuese de su legítima propiedad, pero que creo ya es hora de haberlo repartido entre las familias que carecen de todo, y por tanto, que de todo necesitan. Que no digan las Autoridades del pueblo, que lo tienen por si alguien reconoce algo como suyo, pues ponen grandes dificultades para visitar ese almacén y luego como las ropas que hay en gran cantidad no tienen marcas, no las entregan, aunque alguien las reconozca como suyas. Y Excmo. Sr. mientras en ese almacén hay alimentos y ropas, en el pueblo se ha dado ya algún caso de muerte de niños por inanición, y si a esto no se pone remedio, seguirán registrándose más casos y en breve tendremos que lamentar otras víctimas por el frío.

         No ignoro el recibimiento, que al antecesor de V.E. le hicieron las Autoridades de Alfambra y, pienso, que quizá ello le tenga poco predispuesto a favorecerlo, pero créame, el pueblo no es, ni puede ser, responsable de la descortesía ni ineptitud de sus regidores, y si estos no cumplen con su deber como tales, destitúyaseles y nómbrese a otros que sepan colaborar con cariño y eficacia a la gran obra de Paz y de Justicia del Caudillo.

         Lamento muy de veras, que la situación actual no me permita, como sería mi deseo, enviarle una aportación para atender a las necesidades de la provincia, cosa que haré muy gustosa tan pronto mi situación me lo permita. De momento, he cedido un prado en Alfambra, a fin de que sirva de pasto al ganado que posean las personas necesitadas; es cuanto de momento puedo hacer, a la vez que comunicar a V.E. cuanto antecede, por la obra en la cual todos de vemos aportar nuestro óvolo.

         Esperando sepa interpretar mi sentir al comunicarle lo que antecede y tomará con cariño la situación del vecindario de Alfambra, le reitera de V.E. affma. s.s.

                                                                  q.e.s.m.

                                          Concepción Ballesteros

                                             Viuda de Núñez

¡ARRIBA ESPAÑA!

              ¡VIVA FRANCO!

s/c C. del Prado nº 4.  Madrid

 
Palacio de Ceferino Ballesteros. Paseo del Prado, 4. Madrid. Fue derruido en 1940 para construir el edificio que alberga hoy la Dirección general del Tesoro.




   Guardia Civil. Comandancia de Teruel. Línea de Santa Eulalia

Cumplimiento de un escrito y remitiendo una relación.



                   En cumplimiento a su respetable escrito fecha 18 del actual, relacionado con el estado de indigencia de varios vecinos del pueblo de Alfambra, tengo el honor de participar a la superior Autoridad de V.S. que en el día de ayer me personé en la repetida población; e informado convenientemente sobre el extremo indicado, resulta: Que a pesar del estado de miseria que existe en el mismo no es cierto que haya fallecido ningún niño por inanición; no obstante de no ponerse pronto una remedio rápido y eficaz nada tiene de extraño que se diera algún caso sobre todo en el elemento infantil y ancianos.

         Las causas de la miseria reinante es debida a la mala fe de los elementos pudientes de dicho pueblo, que todos de acuerdo se niegan a dar trabajo a los vecinos que procedentes de la que era zona roja se presentaron en la citada población, dando con esto lugar no solo al estado de miseria reinante sino también a un ambiente poco tranquilizador entre el vecindario; significándose en esta labor los propietarios BENJAMÍN LOMA YAGO, RAMÓN ABRIL CRESPO, SERAFÍN MATA ABRIL, PEDRO JOSÉ ABRIL BURRIEL y FACUNDO ESCUSA VILLALBA y otros, que de una manera encubierta y asolapada coaccionan al actual Ayuntamiento para que agudice aún más el estado de miseria y hambre de elemento obrero del repetido pueblo; siendo opinión del Oficial que habla, que a la brevedad posible debe implantarse en el mismo un comedor de Auxilio Social para aliviar el actual estado de miseria entre la población infantil y ancianos.

         El número de familias que se hallan en estado más lamentable económicamente y faltas de camas y otros utensilios, ascienden a unas 75; siendo adjunta relación de las prendas, efectos y artículos que en calidad de depósito se hallan en la Casa-Ayuntamiento de la citada población procedentes de los puntos que en la misma se indican.

                            Dios guarde a V.S. muchos años.

                            Santa Eulalia 22 de Agosto de 1939.

                                      Año de la Victoria

                                               El Jefe de la Línea

                                                        Firmado: José Calatrava

Señor Primer Jefe de la Comandancia de la Guardia Civil.                    Teruel.



        
Regreso a la casa.


Aquí les dejo los documentos. Los originales conservados en el Archivo histórico de Teruel.




 Reclamaciones de algunos vecinos de Alfambra. A.H.T.





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