jueves, 23 de abril de 2020

23 de abril, San Jorge, El Quijote, dos pimpollos bascosos y una pimpollada.



Pimpolla pimpollada. 


   Tener a mano siempre El Quijote es disponer de una evasión placentera y una reflexión contínua sobre cualquier momento de nuestra existencia.
  Ahora, en estos días en que la vida se nos está yendo a unos y a otros "a dentelladas secas y calientes" vuelvo al texto cervantino.
  Ayer, durante un rato, las náuseas vomiteras me acompañaron biliosas mientras escuchaba a la bancada pimpollera bascosa, varonil y mujeriega, adornada de corbata negra y banderita tú eres linda en la punta de la mocosa nariz pedorrando, sí pedorrando, en un parlamento ahíto de insensatez, con su boquita vocinglera sin ton y con son de sables pistoleros.
  Vaya concierto de rebuznos.
   Hoy tomo El Quijote, en este día quijotesco, y dejo aquí el texto que acompaño.

    Dedíquenle cinco minutos de su tiempo. Tan sólo eso.
    Háganlo, por favor.
    Saquen consecuencias.

    Me ahogo entre tanto dolor pandémico.

 
    Dos pimpollos bascosos.  Pimpollo, según el diccionario de María Molinrr, vale por "planta o animal joven", también vale como "capullo de rosa". Se aplica a quien tiene  ese "aspecto por ir bien arreglado". Se dice "vas hecho un pimpollo.".  Bascoso, es adjetivo que se aplica a quien produce arcadas, espasmos de los que preceden al vómito. También estado de "furia que impele al perro u otro animal rabioso a morder a otros animales". Bascosidad, es inmundicia o suciedad.                                                       
  



Capítulo XXV.- Donde se apunta la aventura del rebuzno y la graciosa del titiritero, con las memorables adivinanzas del mono adivino".





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