Pórtico de entrada a la iglesia actual de Alfambra recientemente recontruido. Arriba pueden apreciarse distintas figuras emblemáticas y heráldica. El original es de mediados del siglo XVII. foto cac.
|
Original en Archivo histórico nacional.
|
Transcripción literal.-
Fray Johant Fernandez de Heredia,
Castellan de Amposta
Al
honrado religioso fray Bertran de Pallares, Comendador de Casp, salut
Por
tenor de las presentes vos decimos et mandamos fuertement et destrecha virtut
de Sancta Obediencia, que luego encontinent vista la presente dedes et libredes
al amado nuestro Domingo Catalan Maestro delas Obras delos Castiellos nuestros
de Alfambra et de Villel pora huebos (*) et necesidades delas dictas obras aquellos
mil sueldos jaqueses que fincaron que vos nos avedes a pagar a la fiesta de
sant Johan del mes Junio primera vinient, dela responsión del Capitol de
cinquanta mas cerca pasado et cobrat del la present et albarà de paga, et nos
recibir vos los hemos en conto. Dada loco die et anno ut supra (en Zaragoza a
XX de Junio del anio de nuestro Sennor mil CCCtos et cinquanta.) Corregida
Libro
2 de Actas que empiezan el anno 1349. pag. 70
(*) No significa lo que suena sino: provecho, utilidad,
menesteres.
En el año 1.348 se levantó la calzada que iba
desde el Cabezuelo hasta la Fuentecilla, en el lugar de la villa de Alfambra.
Para quien no localice esta obra diré que
viene marcada por la calle actual llamada del Doctor López, que fue hasta hace
pocos años parte de la carretera que une Teruel con Alcañiz.
La calzada o barbacana de piedras se
levantó con el fin de que no se enrunara y llenara de barro la acequia mayor
(la misma que la actual) cada vez que las lluvias arrastraban la arcilla desde
el cerro del castillo. (A Alfambra se
le conocía hasta hace poco como “el pueblo de los barros” porque hay que ver
cómo se ponían sus calles y la carretera cuando llovía, y las maldiciones que
soltaban los camioneros que transportaban carbón desde las cuencas mineras
hasta Sagunto).
En ese momento Juan Fernández de Heredia ya
era Castellán de Amposta y aún poseía la Encomienda de Alfambra después de
haber comprado su bailaje. Ordena que se abonen mil sueldos jaqueses al maestro
de las obras y libera a los habitadores de Alfambra del pago de las primicias
de sus cosechas al que estaban obligados como vasallos.
Todo por las necesidades y menesteres
que estaban pasando los alfambrinos.
Dicho con palabras de aquella época “por huebos”.
Estos documentos los recopila,
transcribe y traduce en el siglo XIX el archivero general de la orden de
Santiago Juan Antonio Fernández. Hoy los podemos leer en el Archivo histórico
nacional.
El mismo archivero escribe de su mano
una nota a pie de página que adjunto en donde especifica que “por huebos” no significa lo que suena sino: provecho,
utilidad, menesteres.
Pues ahí dejo el documento advirtiendo
que la expresión “por huebos” o "por güebos" todavía tiene vigencia jurídica hoy. Así es que
cuando reclamen a alguna administración acuciados por menesteres o necesidades
imperiosas háganlo “por huebos”, sean alfambrinos o no.
Pero, ojo, escríbanlo con B porque si lo
escriben con
V el juez los
puede empapelar por desacato a su autoridad.
(Buen
provecho les hagan estos papeles).
|
Aricho histórico nacional, Códice 681 |
No hay comentarios:
Publicar un comentario