Cuando un
investigador accede a los archivos históricos provinciales, autonómicos,
estatales, judiciales, municipales, eclesiásticos e incluso los del Ministerio
de Defensa, se encuentra siempre con profesionales de la guarda, custodia ,
clasificación y puesta a disposición de quien quiera conocer la Historia todo
un tesoro documental.
Lo mismo ocurre en las bibliotecas, en
donde se pueden encontrar libros que nos llevan al conocimiento que no
podríamos tener si no fuera por el trabajo de las instituciones y los
conocimientos de quienes las atienden.
Siempre encontramos en estos lugares los
mismos problemas: la falta de personal técnico para la clasificación,
catalogación, grabación en soporte adecuado e incluso con los rígidos horarios
de acceso.
Las Instituciones deberían dotar de más
medios humanos y técnicos estos lugares del conocimiento y de la investigación.
Aunque el investigador se encuentra con personal administrativo en
ayuntamientos, departamentos diversos, iglesias, comunidades de regantes
históricas y entidades muy diversas que, en ocasiones derivadas de la
ignorancia, ofrecen dificultades para consultar libros de actas, nacimientos,
defunciones, juicios de paz, expedientes que “legalmente” deberían haber sido
puestos a disposición de consulta archivística, una vez transcurridos los
cincuenta años de su producción.
Perdemos con ello, sobre todo en
ayuntamientos pequeños, múltiples informaciones que nos harían conocedores para
poder comprender nuestra vida actual y la de quienes nos precedieron.
Los
regidores de algunas instituciones, con demasiada frecuencia concejales y
alcaldes, desconocen e incluso desprecian una documentación que en muchos casos
está arrumbada en rincones de cualquier dependencia municipal. Incluso puede
que haya ido a parar a la escombrera y desaparecida para siempre.
Sin
embargo, cuando encontramos personas preocupadas son capaces, con poco esfuerzo,
de entregar auténticos tesoros a los archivos provinciales correspondientes,
como exige la legislación vigente en abundancia no respetada.
Un
ejemplo. El Archivo histórico provincial de Teruel dispone, desde el año 2000, de
todos los expedientes de alumnos del ahora llamado Instituto de Educación
Secundaria “Vega del Turia” inscritos entre 1845 y 1936.
Otro
ejemplo. El Archivo histórico provincial de Huesca ofrece al investigador las
actas de los exámenes de alumnos de los
Institutos de Jaca, Barbastro, Huesca, Escuela del Magisterio.
Todos
ellos a consulta pública respetando la normativa correspondiente.
¿Por
qué en el Archivo histórico de Zaragoza, donde tantos tesoros se conservan, no
aparecen los documentos históricos del no menos histórico Instituto de
educación secundaria “Goya”, el primer Instituto Universitario de la ciudad,
luego convertido exclusivamente en masculino por el Rector de nombre Calamita, y
de su desgajado, luego femenino, “Servet”?
Les aseguro que en estos centros y en muchos
ayuntamientos, que deberían cumplir la legislación actual depositando los
papeles ocultados en ocasiones en el Archivo provincial correspondiente, encontraríamos
algunos documentos como estos referidos a Miguel Labordeta Subías.
Continuará … … …
Examen de ingreso en Bachillerato de Miguel Labordeta Subías. Archvio I.E.S "Goya". Zaragoza |
Expediente académico de Miguel Labordeta Subías. Archivo I.E.S. "Goya". Zaragoza. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario