Alfambra. Con una
miaja de rasmia 65 años después.
¡Presenten
armas! … con una miaja de rasmia
Sí, con una miaja de
rasmia porque si no, sesenta y tres años después, se hacen difíciles de digerir ciertos testimonios
documentales.
Lean la hoja
volandera correspondiente al número 67 publicada en “La voz de la parroquia” de
Alfambra el día 16 de Octubre de 1955.
Observen la
delgada línea de trazo negro que sepertentea el cerro sobre el que se yergue
una figura abanderada al viento. El trazo lo realizó el propio mosén César
Navarrete Cortés y lo guardó para él. En ninguna otra “hoja parroquial” volvió
a señalar el camino que, al poco, quedó para siempre en la mirada de los
larroyanos, léase alfambrinos, de hoy.
(He dicho larroyanos
porque si Alfambra responde como nombre al significado de “al hambra” ( con h aspirada) por el
color rojo de sus arcillosas tierras, los alfambrinos han llamado a sus tierras
en el habla de todos los días “royas”, que no rojas. Por eso “larroyanos”, es
decir de Larroya, u sease, Alfambra).
Los larroyanos pues, sigo con la rasmia, trabajaron como
royos, algunos dirían rojos. Si no de qué el milagro de construir a pico y pala
seiscientos metros de camino serpenteado hasta la cima de los restos del viejo
castillo.
A ver si aprenden los más expertos picapedreros de hoy en
ese esfuerzo loable que están llevando a cabo para devolverle a la antigua
fortaleza las hechuras de sus muros históricos.
¿Que no me creen ustedes?
Pues lean, lean con atención lo que escribió el propio mosén en la hoja
parroquial y volandera.
Al mosén le gustaba el ademán y el lenguaje guerrero. Pico y pala, cantando y desfilando ante su cura-general … y sin parar, “al tajo”
Alfambra y su castillo en 1948. foto I.E.T. |
Alfambra y su castillo en 2018. foto cac. |
Eso no lo hacen más que los hombres de Alfambra.
Yo creo que porque
han sido y son larroyanos.
Claro que es
posible que las fuerzas les hubieran llegado gracias a la novena que día antes
había promovido el propio mosén y que el mismo Obispo turolense bendijo. Las
gentes de Larroya habían estado los
hombres sin fumar ni beber, las mujeres con poco hablar, los niños sin beber ni
comer, todos en ayunas el último día.
Alguna cosa
más no debieron hacer, por lo menos los adultos, porque si no, ni el Ramadán.
Lean la página
entera y… … … a quien Dios se la dé, san
Pedro se la bendiga.
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