martes, 25 de septiembre de 2018

Alfambra. Año 1955. Sesenta y tres años después con una miaja de rasmia.



    Alfambra. Con una miaja de rasmia 65 años después.   

 
El general y sus huestes.

 ¡Presenten armas!     … con una miaja de rasmia

  Sí, con una miaja de rasmia porque si no, sesenta y tres años después, se hacen  difíciles de digerir ciertos testimonios documentales.
   Lean la hoja volandera correspondiente al número 67 publicada en “La voz de la parroquia” de Alfambra el día 16 de Octubre de 1955.

 Se trata de una fotocopia del original guardado por quien fue el cura factótum del monumento que ocupa la cima del cerro del viejo castillo alfambrino.

            Observen la delgada línea de trazo negro que sepertentea el cerro sobre el que se yergue una figura abanderada al viento. El trazo lo realizó el propio mosén César Navarrete Cortés y lo guardó para él. En ninguna otra “hoja parroquial” volvió a señalar el camino que, al poco, quedó para siempre en la mirada de los larroyanos, léase alfambrinos, de hoy.
 (He dicho larroyanos porque si Alfambra responde como nombre al significado de “al hambra” ( con h aspirada) por el color rojo de sus arcillosas tierras, los alfambrinos han llamado a sus tierras en el habla de todos los días “royas”, que no rojas. Por eso “larroyanos”, es decir de Larroya, u sease,  Alfambra).

     Los larroyanos pues, sigo con la rasmia, trabajaron como royos, algunos dirían rojos. Si no de qué el milagro de construir a pico y pala seiscientos metros de camino serpenteado hasta la cima de los restos del viejo castillo.

   A ver si aprenden los más expertos picapedreros de hoy en ese esfuerzo loable que están llevando a cabo para devolverle a la antigua fortaleza las hechuras de sus muros históricos.

   ¿Que no me creen ustedes?  Pues lean, lean con atención lo que escribió el propio mosén en la hoja parroquial y volandera.

 


 Al mosén le gustaba el ademán y el lenguaje guerrero. Pico y pala, cantando y desfilando ante su cura-general … y sin parar,  “al tajo”

Alfambra y su castillo en 1948. foto I.E.T.

Alfambra y su castillo en 2018. foto cac.





   ¡Seiscientos metros de camino abierto en un día!

Eso no lo hacen más que los hombres de Alfambra.
   Yo creo que porque han sido y son larroyanos.


  Claro que es posible que las fuerzas les hubieran llegado gracias a la novena que día antes había promovido el propio mosén y que el mismo Obispo turolense bendijo. Las gentes de Larroya habían estado los hombres sin fumar ni beber, las mujeres con poco hablar, los niños sin beber ni comer, todos en ayunas el último día.    
            Alguna cosa más no debieron hacer, por lo menos los adultos, porque si no, ni el Ramadán.

 

  Lean la página entera  y… … … a quien Dios se la dé, san Pedro se la bendiga.











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