viernes, 26 de octubre de 2018

Reflexiones después de la riada.


El maíz, aquí llamado panizo, en su otoñada. En la linde entre Orrios y Villalba alta. foto c.a.c.



       El bajo Alfambra sufrió estos días pasados la avalancha de agua recogida en su zona alta. Llovió con fuerza en la vaguada del altozano entre la sierra de El Pobo y los altos de Gúdar. Se fue acumulando el agua entre los estrechos que penetran por Aguilar hasta Galve y allí el cauce dejó sus señales desde Villalba alta hasta Teruel.

            No es la primera vez ni, por supuesto, será la última. La naturaleza, los barrancos, el cauce del río reclaman  y aun exigen sus derechos de uso.

            El daño ha sido menor y, aun cuando han quedado los campos embalsados, el cereal de verano ya hace tiempo que había sido recogido y los panizos de Villalba y Orrios aún podrán ser recolectados cuando el barro pierda su fuerza y, allá por enero, las cosechadoras entren con sus bocas gigantes devorando las mazorcas.

            Aquí les dejo unas fotografías de ese cauce alfambrino entre Villalba alta y Orrios.
El río Alfambra entre Villalba alta y Orrios. foto c.a.c


           

      El sol reluce en la tarde otoñal y nos marca los colores verdiamarillos de los chopos.
      No se engañen, son chopos de repoblación plantados en los bancales que en su maypría han sido abandonados por sus dueños hace tiempo obligados a la emigración. En Villalba alta durante todo el año no viven más que diez personas. Los chopos de repoblación ocupan los bancales que antaño criaron remolachas, patatas, alfaces y aun trigo. Aunque dan pocos réditos pasados unos quince años desde su plantación, tampoco ofrecen muchos esfuerzos: plantar, alguna poda y riego a manta en el verano.

            Sí, desde aquí, desde el altozano donde estoy tengo la vega delante, hermosa a la vista otoñal y, más allá, el abancalamiento de las tierras antaño roturadas en el altiplano de Villalba alta y Orrios. Detrás, el perfil de la sierra de El Pobo hasta Castelfrío. Más allá la vaguada de Allepuz, Jorcas, Camarillas, Ababuj, Aguilar y El Pobo por donde se desliza el río y, de cuando en cuando, como ahora arrastra sus aguas cauce abajo..

            Andamos estos días con el dale y venga de la despoblación y, de nuevo y otra vez, llegan las palabras y las fotografías y el apretón de manos en televsiones y periódicos y, de nuevo y otra vez, me suenan huecas.

            De nuevo y otra vez suenan vacías las palabras en eco que nombran el pantano de los Alcamines. Han rugido por allí las aguas entre los estrechos de Villalba y los jabalíes refugiados por los restos pétreos y asalvajados del molino vivo en otros tiempos.

            Hace muchos años, demasiados, que la única finca labrantía existente allí fue expropiada. Ahora ni siquiera camina por sus tierras un rebaño de ovejas, las riberas están invadidas de hierbas, matojos, y ramas tronchadas. Las zarzas se reproducen sin pausa en la añada, ni siquiera esquilmadas por la invasión reciente de las cabras monteses.

            Los derechos de cobros de la PAC se los llevan quienes los obtuvieron hace años por una regulación hoy obsoleta, que los terratenientes y ovipudientes sin ovejas, se embolsan sin trabajos y sin ganados.

            Regular con realismo esa PAC, incentivar a jóvenes que quieren ser ganaderos de caprino y ovino para que puedan tener su propia hacienda, sus edificios y parideras, sus herramientas para la labranza, su organización para la venta agrupados en cooperativas, sus industrializaciones queseras, sus manipulaciones del forraje energético de los alfaces y piprigrallos, sus esencias perfumadas del espliego, sus panizos sazonados por el agua de este río rojo aquí llamado royo que, de cuando en cuando se pone farruco, harían que la gente hallara algún alivio entre la angustia de no encontrar trabajo en las industrias devenidas en nada en los lugares no rurales.

            … Y tendríamos familias aquí, y la alegría de los niños en las calles y las escuelas abiertas…

           … y déjense de monsergas palabreras de señoritos pijaitos.



            … una esperanza: han comenzado las obras para la construcción de una granja de gallinas ponedoras en Perales de Alfambra.

La vega de Orrios embalsada hace unos días. foto: casa rural El Regajo".

1 comentario:

  1. Es el mal de nuestros pueblos, con riadas o sin ellas. Para colmo, en la ribera, nos han robado, como a Sabina, el otoño y el hielo se ha comido los frutos tardíos.

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