Enrique Líster se casó en Castellote (Teruel) el 20 de noviembre de 1937 con Carmen López Serrano.
Al poco estaba metido de lleno en la que vino a llamarse batalla de Teruel.
La noticia está datada en Perpignan (justo al lado de Teruel, ya saben) y se publica
en el diario LUCHA el día 14 de
diciembre de 1937.
Corta pero rica en sustantivos, adjetivos y expresiones sabrosas. Ahí están:
simpatías rusófilas, conocidos agitadores comunistas, casarse al estilo de la Rusia
soviética, cabecillas rojos, borrachera fenomenal.
Abundan en la prosa del periódico de entonces y en publicaciones inmediatas de
sus principales redactores como fueron Clemente Pamplona, Alonso Bea y Publio
Palmeiro entre
otros.
Enrique Líster en sus "memorias de un luchador" (pág. 301.302) da cuenta de su boda cuarenta años después. Siguen juntos.
Enrique Líster en sus "memorias de un luchador" (pág. 301.302) da cuenta de su boda cuarenta años después. Siguen juntos.
A últimos de octubre, la 11 División dejó de pertenecer al XXI Cuerpo
y se trasladó a la región de Castellote, en la provincia de Teruel. Allí, entre
dos batallas, la de Aragón, que había terminado en octubre, y la de Teruel,
que comenzaría en diciembre, me casé, el 20 de noviembre de 1937.
Conocí en Caspe a la que, ya va para cuarenta años, comparte mis penas
y mis alegrías en el duro batallar por la vida y las ideas. Carmen López
Serrano, hija de un médico dentista asturiano y de una sevillana; tenía
diecisiete años cuando nos casamos y formaba parte del Comité del Partido,
sección femenina. Hacía un año que había ingresado en el Partido
y era una joven activista en él. Su madre también era miembro de la dirección
del trabajo entre las mujeres en el Comité del Partido Comunista.
Su padre, médico dentista en el hospital civil de Caspe y también miembro
del Partido. Su hermano Pedro, el mayor de cinco hermanos, activo militante
del Partido en la provincia de Huesca, había sido asesinado por los
anarquistas en Apiés (Huesca), en el mes de septiembre de 1936 -como
se relata en otro lugar-, y el marido de una de sus hermanas, Brígido
García, había de ser uno de los primeros en pasar el Ebro el 2 5 de julio
al frente del batallón del que era comandante-jefe, y al frente de él cayó
cerca de Pinell ese mismo día 2 5 de julio. El padre de Carmen, después
de termínar la guerra como teniente de Sanidad, fue a Méjico con la familia.
Allí trabajó duro como dentista mientras pudo y luego como bibliotecario
en el ayuntamiento de Veracruz, hasta su muerte a los ochenta
y siete años. En cuanto a la madre, con sus ochenta y tantos años, se gana
su pan, también en Veracruz, preparando emisiones de radio y escribiendo
en algunos periódicos locales.
Comandante
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