Dentro de poco, con los frutos ya maduros, por la sanmiguelada, se cerrará el ciclo estival. Será el momento de volver a las pausas serenas, al estudio otra vez de documentos que hablan del pasado hermano entre estas dos villas históricas, cuando por este tiempo se ajustaban las cuentas entre los rabadanes y los pastores de añada, se pagaban los diezmos acordados con los procuradores del Comendador y las gentes comenzaban la arada porque "en septiembre, el que tenga trigo que siembre"
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