domingo, 9 de febrero de 2020

La lengua del fascismo. Teruel y Alonso Bea

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     En el año 1939 aparecía una publicación de un tal Alonso Bea. Salmantino afincado en Teruel que formó parte de las plumas incendiarias que publicaban soflamas en el diario falangista "Lucha" de la capital. 
   
   La noche del día siete al ocho de enero de 1938  se evadió de la Comandancia de Teruel huyendo como otros muchos más, escapándose mientras el Coronel Rey D´Harcourt trataba de salvar la vida de hombres, mujeres y niños heridos y hambrientos ante el cerco de las tropas defensoras de la República.
   La huida, la escapada, se producía ante el temor de lo que pudiera pasarle a él y  a cientos como él por la responsabilidad que pudieran tener en los actos ocurridos en la ciudad durante el inicio de la sublevación franquista que llevó a la guerra civil en julio de 1936 y todo el año 1937.
  Aquella huida la convirtieron los servicios de propaganda de los sublevados franquistas en heroicidad y valentía después de que, de nuevo, las tropas defensoras del fascismo se instalaran en la ciudad destruida por tantos bombardeos y cañonazos.
   Alonso Bea y ciento treinta y siete personas más fueron condecorados con la "cruz roja del mérito militar" el siete de febrero de 1939, justo un año después, a propuestas del general Enrique Varela que fue quien entró como ensalzado vencedor en Teruel el 23 de febrero de 1938.
    Este mismo general fue el que puso el prólogo al libro panfletario titulado "Ecos de la gesta de Teruel", en donde dice entre otras cosas que "esta es España, en lucha continua por la defensa de nuestra civilización, más aún todavía por el triunfo de nuestra Religión, y nadie mejor que nuestra España señala al Mundo un rumbo y una conducta pletórica de sacrificios, definida y altruista y segura de que defiende la verdad eterna, que tiene sus raices en el infinito"
   Corto se quedaba el general gaditano ante las lindezas que el tal Alonso Bea dejó escritas y que sirvieron para crear verdaderas falsedades referidas a las "cosas ocurridas en Teruel".
    Dejo a continuación una página en donde aparece parte del "eco de esta gesta alonsobeana". 
    Propongo como ejercicio lingüístico a estudiar en las aulas de bachillerato español y aun de los universitarios españoles estas veintinueve líneas que adjunto. 
    Siguiendo al maestro Victor Klemperer en su magnífico trabajo "La lengua del tercer Reich" servirá sin duda para poner en parangón con las palabras vociferadas por los tantos hijos de VOX, que ni siquiera llegan a alcanzar el léxico de Alonso Bea, aunque proclaman lindezas pijaitas monasterieles y bravuconas güevadas añorantes de pistolas fusileras.
   A lo largo de mi dilatada vida docente he sido en ocasiones perseguido, denunciado y expedientado por explicar el léxico y la sintaxis de textos que el índice eclesiástico y la censura franquista marcaban como prohibidos. 
   Pero las mariposas tienen lengua y reflexionan en la aulas en el momento en que leen, en tan solo veintinueve líneas, lindezas como estas referidas a personas señaladas con el desprecio y el odio al otro a quien había que eliminar. 
   Ahí dejo para un estudio sociolinguñistico este léxico acumulativo de sustantivos, adjetivos, verbos enroscados en el mismo cesto coviferante:
      el cieno marxista, los monstruos emboscados, el inspirar el crimen, el odio, la ruindad, las almas degeneradas, las envidias, los deseos de causar mal, los siniestros inductores del crimen, el detener, el fusilar, la matanza que horroriza y subleva, los mártires causados por las arpías y los granujas que infectaban la ciudad ... la Eulalia, la Ferrera, la... la... la... el Obispo, el Peras, el... el... el... todos monstruos que servían de confidentes a unos canallas de las hordas invasoras, asesinos a sueldo de Moscú, apóstatas de hispanidad y teruelismo, ávidos de sangre, cobardes, mercenarios irredentos, con interés en matar y destruir, escoria de la sociedad, asesinos, devotos del mal vivir, sicarios ...

  

Alonso Bea.- "Ecos de la gesta de Teruel. Zaragoza" El Noticiero, 1939.
     Este lenguaje impregnó las gónadas mentales durante muchos años de los españoles.

 El libelo de Alonso Bea tiene 186 páginas, a cual más bestia.  Miren otro ejemplo, los hay a cientos: "a lo largo de la Cruzada los campos de Teruel fueron el Jordán del heroísmo, liza augusta en que departían con el argumento de las armas el mesianismo rojo y el virtuosismo azul, clarín de reto de la España pura a la envilecida y sohuzgada, piedra fundamental de la victoriosa trilogía aragonesa. Sus entrañas se rasgaron al zarpazo violento del obús; su  patrimonio se quemó en la tea incendiaria de  la anarquía; sus hijos, gozosos y jocundos, alimentaron la lámpara del sacrificio con el torrente de su sangre" (pag. 179)
  
   ¿Les suena eso de "por el Imperio hacia Dios"?  ¿O aquella que proclamaba a España como "unidad de destino en lo universal" y a Franco, "Caudillo de España por la gracia de Dios" que siempre apareció en las monedas de níquel con la efigie del tal?


         Fue la lengua de la dictadura franquista.

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