viernes, 9 de octubre de 2020

Pasarás más hambre que un maestro de escuela. Alfambra. Año 1737

 

 

En mi entrada anterior apareció un texto con abundantes erratas. Lo inserto de nuevo. Espero que se pueda leer mejor.  Pido disculpas.

 

Al-hambra, La Roja, Larroya, Alfambra. El color de la tierra da nombre al pueblo. foto cac
Alfambra. foto cac




 

        Una de las actividades que más echo de menos en esta ya larga e inacabable pandemia es poder acceder a los archivos históricos y sumergirme en sus documentos.


    Solicitarlos a los archiveros, acariciarlos, descifrarlos, estudiarlos, imaginar los momentos precisos en que ocurrieron los hechos que en los mismos se da fe. Rememorar las circunstancias, las personas, las acciones señaladas en los mismos, pensar en los porqués de los momentos que en esos pergaminos, en esos papeles quedan expuestos. Ponerles caras, vestimentas, movimientos, acciones y pasiones a las gentes que en ellos aparecen, dialogar con ellas y sus circunstancia, sus gozos, sus dolores, sus ausencias, sus apremios, sus generosidades o sus miserias.
Echo de menos esos días y días pasados con los olores añejos de una tinta entre la escritura desfigurada.


Por eso traigo aquí uno de aquellos documentos que un día acaricié y que aún hoy puedo leerlo entre las luces de una claroscura computadora.


Rememoro a un personaje imprescindible y único en los pueblos con nombre y sin embargo anónimos de la geografía española. Tiene nombre y sin embargo quedará en el anonimato aunque haya sido persona encomiable entre las gentes.


Un maestro de un pueblo cualquiera, aquel que enseña las primeras letras a las gentes que quieren aprender, que no tiene ningún recurso material para sustentar a su familia más que el que las gentes del lugar le ofrecen por las letras que aprenden. 


Aún así, en ocasiones, los unos por los otros, todos con dificultades materiales y espirituales en su vida, no aportan recursos suficientes para que el Maestro y su familia puedan subsistir.


Les dejo esos documentos.


Buen provecho les hagan aunque  les recuerden el dicho aquel de "pasarás más hambre que un maestro de escuela". 

 
 

 

 

 

A.H.T.

Escrituras notariales sueltas

Caja 8, nº 44

 

                        Joseph Simon Maestro de primeras letras y vezino de la Villa de Alfambra de la Religion de san Juan de Gerusalem del Partido de Teruel; Puesto a los pies de V.S. digo:

        Que hauiendo tenido el empleo de Maestro de primeras Letras algunos Años en la dicha Villa de Alfambra de los salarios que me señalo dicha villa según Capitulacion se me esta deuiendo algunos atrasos, Y del presente año de Treinta y siete, no se me han dado cumplimiento por entero; Y hallándome por lo presente desacomodado, y sin el referido empleo de Maestro, y sin medios para mantener y alimentar mi persona e hijos: Y auiendo pedido los dichos atrasos distintas vezes, a Gregorio Abril Regidor decano de dicha villa, a cuyo cargo están el pagarlos; no me dan satisfacción de ellos, ni me paga por entero el salario deuengado de este año treinta, y siete, de que se me sigue grauissimo perjuicio, pues pende del recobro de dichas partidas, el Alimento de mis hijos, que e quedado desacomodado, y depuesto del referido empleo de Maestro por lo que

        A V.S. suplico se sirua al referido Gregorio Abril Regidor que dentro de un breue termino, y bajo las penas que a V.S. pareciere, de cumplimento a dichos atrasos, y salario del año presente, fauor que espera el suplicante de la Conocida justificación y benignidad de V.S.

 

 

Al margen

 

        La Justicia Hordinaria de la villa de Alfambra se la administre a esta parte sobre el Contenido de este …    vreve y sumariamente mandándose hacer pago de lo que legitimmente se le estuviere deviendo sin dar lugar a quejas ni versiones  pena de ocho escudos aqpados. a los letrados de esta escritura 

 


 

 

      Algo debió hacer bien este Maestro porque diez años más tarde, en 1747, tuvo el contrato que sigue.  

Alfambra. Sobre los escarpes de arcilla un antiguo palomar. foto cac.
Eras abandonadas. Iglesia vieja y al fonto  sobre los restos del antiguo castillo una imagen eclesiástica. foto cac.

 

 Algo debió hacer bien este Maestro porque diez años más tarde, en 1747, tuvo el contrato que sigue. 

 

 http://clementealonsocrespo.blogspot.com/2010/12/contrato-de-un-maestro-de-ninos-ano.html

 




 

 

 

 

 

 


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