lunes, 8 de enero de 2024
viernes, 5 de enero de 2024
domingo, 17 de diciembre de 2023
De nuevo sobre el general Varela. Su "baraka" y sus "palmeros"
Heraldo de Aragón, 23 febrero 1938. |
Que el general Varela, "varelita", como le llamaba Franco en privado e incluso en algunos escritos, tuvo siempre de su parte la "baraka" que protegía a las gentes entre los disparos de aquellos días en el norte de África, cuando los "pacos" sonaban y mataban y el hambre, la sed y los juegos guerreros hicieron que a aquel "teniente", que no había hecho otra cosa en su vida más que enrolarse en el ejército cuando aún no había entrado en la adolescencia, le fueron concedidas dos medallas "laureadas", la condecoración más alta en el ejército, las soñadas por todos aquellos militares africanistas que fraguaron la sublevación militar contra la República en 1936.
En alguna ocasión ya he escrito sobre este militar que, qué casualidad, guardó abundosa documentación, se la llevó con él y que dejó ¿en su totalidad? en el archivo municipal de Cádiz que hoy, por fortuna, se puede consultar.
Mi impresión, después de consultar abundosa documentación, es que Enrique Varela, general de división, de 42 años, soltero, en los días de la batalla de Teruel pudo entrar en la ciudad y reducir el asalto de inmediato el mismo día uno de enero de 1938. Pero quería emular otra vez las circunstancias aireadas de Toledo y el alcázar. Así fue como el estratega general Rojo, ante su actitud presumida y altiva, le ganó la mano y ocupó las laderas de los altos de Celadas, el lugar de Concud y la orilla del Alfambra. (En 1940 y siendo ya ministro del ejército Enrique Varela se casó con Casilda Ampuero, "de rancia y oligárquica" familia de la industrial Neguri con intereses económicos en Cádiz).
Ahí les dejo un par de documentos. Uno firmado el día dos de enero de 1938 por su inmediato superior, el general Dávila, siguiendo las órdenes del propio Franco. Y el otro de uno de sus más acérrimos palmeros, el ínclito polígrafo José María Pemán, gaditano como él.
Felicitación del general Dávila por la conquista de Teruel. Conquista que no se efectuó ese día y sí el 23 de febrero de 1938, como se celebra en el texto de Pemán. |
José María Pemán, el autor del "Poema de la Bestia y el Ángel" sube a los altares de la patria al general Varela. |
Si les apetece lean también lo escrito en las entradas que siguen.
Clemente Alonso Crespo: Albarracín y el general Varela
lunes, 11 de diciembre de 2023
De cuando Moñigo volvió a El Alcamín.
Y al poco, un día nos lo encontramos tieso en el pajar, justo encima de la corraliza, entre los bálagos de la pajera. Tieso y bien tieso.
Ni uno enganchamos y nos volvimos hasta la plaza del lavadero donde nos dejamos caer recostados en el poyo de entrada mientras los mozalbetes andaban y venían con sus canciones sin sentido. Fue Moñigo quien me contó lo de su padre, lo de las cagaleras de su madre y de la civilona a quien cada día le crecían más el par de pelos como de cola de puerco que le salían de la verruga que tenía en el morro.
La tía marrana aquella, decía Moñigo con una voz entrecortada, algo así como la de un tartamudo que se enganchaba cuando decía aquello de la ci ci vilooona quería que mi madre se muriera. Si por ella fuera se hubiera muerto. Que la mujer y los hijos de los rojos, rojos son y que no los hubieran tenido, que si todo no se mata a tiempo vuelve a nacer. Menuda bruja la tía aquella, la madre que la parió. Lo que pasa es que yo ya ni me muero y ella ya ha cascao. Ojalá se hubiera ido del mundo antes.
Moñigo casi nunca hablaba con nadie, ni cuando estábamos la cuadrilla de zagales de los años de antes ni ahora que ya no calzaba las alpargatas rotas por donde enseñaba los dedos de unos pies más grandes que el calzado que llevaba ahora, bien distinto del de entonces. Ahora presume unos zapatos nuevos que se calzó el día anterior a su llegada de estos días comprados, me dijo, en una de las calles estrechas junto al mercado del Lanuza descabezado.
Y nos volvimos al pueblo y entonces la estanquera que si rojos y rojos, mi madre, mi hermana y yo. Fue cuando aquella ci ci vilooona, aquella tia marrana, rapó a mi madre y otras a quienes también decía que por rojas y por rojas.
Que a mi padre lo condenaron a muerte. Cuando acabó la guerra, cuando los soldados y milicianos se fueron de El Alcamín y sólo quedaban los sin nada y medio muertos de hambre, cuando mi padre a la sanmiguelada de aquel final del verano se enganchó otra vez de pastor para estos de la Reclusa. Fue entonces cuando el alcalde, tonto perdido y analfabeto, un tal Rogelio, escribió una carta en la que decía con mala letra que mi padre perteneció al centro socialista local, que bien me acuerdo de esas palabras. No sé qué era aquello. Y que se fue voluntario a las filas rojas. Pero si mi padre no pegó un tiro en su vida, ni salió de El Alcamín, si hasta las liebres las cazaba a lazo. A lazo hecho con las crines y los pelos largos del rabo de los machos cuando esquilaba, que a eso se dedicaba a esquilar mulos y ovejas. Decía también la carta que hizo cuanto pudo cuando empezó a arder la iglesia y que si él amontonó a los santos para pegarles fuego.
martes, 5 de diciembre de 2023
Noticia la boda de Enrique Líster en el diario LUCHA de Teruel
La noticia está datada en Perpignan (justo al lado de Teruel, ya saben) y se publica
en el diario LUCHA el día 14 de
diciembre de 1937.
Corta pero rica en sustantivos, adjetivos y expresiones sabrosas. Ahí están:
simpatías rusófilas, conocidos agitadores comunistas, casarse al estilo de la Rusia
soviética, cabecillas rojos, borrachera fenomenal.
Abundan en la prosa del periódico de entonces y en publicaciones inmediatas de
sus principales redactores como fueron Clemente Pamplona, Alonso Bea y Publio
Palmeiro entre
otros.
miércoles, 22 de noviembre de 2023
¿Nos vemos en Valencia?
Las atrocidades de las que se dan cuenta en este libro
ocurrieron en Valencia puesto que quienes las sufrieron fueron
torturados y enloquecidos allí. La ciudad de Teruel, después de
acabar la guerra civil, estaba tan destruida que los juzgados
represivos se instalaron en Valencia. Fue en esta ciudad
donde la brigada político social a las órdenes de un juez
psicópata, Antonio Rodríguez Pineda, causó los dolorosos
hechos investigados que aparecen en esta publicación.
Dejo aquí el índice.
lunes, 20 de noviembre de 2023
viernes, 10 de noviembre de 2023
viernes, 3 de noviembre de 2023
De cuando le raparon la cabeza a la madre de Moñigo.
Tampoco yo podía con aquella tía,
decía Moñigo mientras Saturnino encendía el cigarro de siempre. Entre ella y el
cura me amargaron la existencia en aquellos años con lo de la primera comunión
y la hostia consagrada. Que me tenía que saber de memoria la doctrina aquella
de los cojones. Si yo apenas sabía leer y que a vomitarla de memoria. Aún me
acuerdo de que mi madre se tuvo que gastar un duro para comprarle a ella misma,
a la de las tetas gordas, aquella cartilla que ella misma vendía en el mismo
lugar del tabaco, del vino, de las sardinas y del poco azúcar que decían que
había. A mí lo que más me gustaba era el chocolate aquel más duro que una
piedra que nos cortaba a trozos con un cuchillo bien grande a mazazos, que lo
deshacían como esquirlas y que buscábamos por el suelo. Rara vez trajo mi madre
a casa una libra entera como la vendían envuelta en un papel que ponía Muñoz o
no sé qué.
Casi sin saber leer y la cartilla, hala, de carrerilla,
repetida y repetida todas las tardes durante tres meses hasta el día aquel en que
llegaba la primera comunión y para mí la
última, ya te digo. Y venga y venga a repetir cantando aquello de quién es Dios,
que estaba en el cielo, en la tierra y en todo lugar. Y otra vez con el padre
nuestro y el Dios te salve y no sé qué de aquello que si concibió sin pecado.
Yo no sé qué quería decir aquello de que concibió. Nadie me lo explicó nunca.
Tampoco me dijeron nunca qué era aquello de virgen hasta que un día la
Perijuana me dijo que no me preocupara que ella hacía mucho tiempo que había
dejado de ser virgen y que acabara pronto, allí, así, mientras le daba que te
pego detrás de la puerta en el corral de su casa.
De lo que sí me acuerdo es que el día de antes de aquel
circo que montaron las beatas capitaneadas por la estanquera esta, la de las
tetas gordas, que de eso sí me acuerdo, nos juntaron a todos, bueno a los zagales
por un lado ya las muchachas por otro. No sé qué les dijeron a ellas y tampoco
me acuerdo de lo que me dijeron a mí. Lo que sí te dio es que hablaron de los
pecados capitales y también los veniales. Qué iba a saber yo de lo que eran los
unos y los otros. Sólo sabía que capitales cercanas no teníamos ninguna y que
El Alcamín estaba aquí y ni siquiera nunca habíamos salido de él. En fin que ni
me acuerdo si aún llevaba pantalones cortos o el sastre de la risa me había
hecho algunos largos cuando me calzaron las primeras albarcas, y de las tetas
gordas que la estanquera apretaba con su camisa azul bien abotonada de los días
de las fiestas.
Sí me acuerdo que cuando ya era de noche encendieron unas
velas y en la iglesia casi no se reconocían nuestras caras y empezamos a pasar
de uno en uno hasta aquel cajón donde estaba metido el mosén y que si a
confesar los pecados. Fue la única vez que no me hicieron mal las manos del
cura cuando me cogió la cara con las dos manos a la vez, ya te digo. No me acuerdo
lo que me dijo si es que dijo algo cuando me preguntó por los actos impuros.
Mecagúen su madre. ¿Y qué era aquello de los actos impuros? Le dije que no
sabía qué era aquello. Y él que si me había tocado, que si me había tocado entre
las piernas y me había crecido lo de en medio. Yo le dije que sí, que cuando me
tocaba me se ponía pita, así le dije. Levantó la mano. Creía que me iba a
sacudir una hostia como tantas veces. Y resultó ser que enderezó los dedos de
su mano y me echó como una bendición y me dijo que rezara un padrenuestro.
Por lo que hablábamos después sentados en aquellos bancos
en la escuela donde nos sacudíamos patadas a todos les había dicho el cura más
o menos lo mismo. Fue al poco de entonces, como ya llegaba la primavera, cuando
salíamos de la escuela nos íbamos al ribazo grande, aquel que había detrás de
los sauces, algo más allá del lavadero, nos sacábamos la pirula y le dábamos al
manubrio. Aún tardamos un año o más, cuando también venían los de otras quintas
anteriores a la nuestra y, entonces sí, cuando nos la cascábamos ya salía como
un chorritón de algo que parecían mocos. Y así hasta que la Perijuana cuando me
dijo que yo con ella tampoco era virgen. La madre que la parió.
Saturnino sigue dándole al cigarro que no consigue
encender mientras me dice que Moñigo es de su quinta y que hoy anda con la
lengua suelta. A ver si te dice que aquel año la estanquera se encargó de echarle
a la cara al mosén que Manuela la Tuerta y Moñigo no podían comulgar. Nosotros
no sabíamos por qué los dejaron sin pasar a los bancos delanteros cuando la
misa y el pontifical y la biblia en verso que organizó el cura. Moñigo no tenía
más que unas alpargatas rotas que las llevaba atadas con cuerdas que se encontraba
entre las femeras. En la tienda en donde vendía las albarcas y las alpargatas ya a su madre no le daban
nada al fiado porque sabían que ni siquiera en su casa tenían algún conejo para
venderle al pollero cuando llegaba con su camioneta y así, con aquellas cuatro
perras, comprar algo.
La estanquera dijo que no y que no era posible y que en
la fila que se formaba para que nos dieran la hostia se notarían mucho las
alpargatas rotas al lado de las demás y de las sandalias que llevaban tres o
cuatro.
A
este Moñigo, sigue Saturnino, tampoco es que le importara todo una mierda. Él entonces
ya iba a la dula recogiendo alguna oveja de aquí, una cabra de allá y hasta
algún toro modorro de aquellos de los navarros. Lo que quería Moñigo es que no
le cortaran nunca más el pelo a su madre y que a su padre se le pasara aquella
tos que sacudía y sacudía mientras se ahogaba cuando llegó del penal y no tenía
fuerzas ni para andar.
miércoles, 25 de octubre de 2023
El Tebib Arrumi (Víctor Ruiz Albénis). Cronista embustero al servicio de Franco.
El Tebib Arrumi (Víctor Ruiz Albéniz) cronista oficial siempre a la vera del general Franco escribió esta crónica que sigue. ¿Desde dónde? ¿Estaba en Medinaceli junto al cuartel general de Franco en los primeros días de febrero de 1938? Si hubiese estado en la llanada del altiplano delimitado por los pueblos turolenses de Camañas, Argente, Lidón, Visiedo, Perales y el propio Alfambra hubiera visto cómo los aviones de la Legión Condor dejaban caer sus bombas mortíferas y cómo las ametralladoras dejaban las vidas de los soldados republicanos?
Miente. Inventa. Ensalza con retórica digna de un estudio lingüístico lleno pedestres ditirambos y vivas a la muerte una realidad disparada hacia la mitificación que repiten seudohistoriadores de hoy.
Hasta desconoce, porque habla de oido, los nombres de los pueblos. Así dice "Cuevas de Portal" y "Rubio", en realidad Portalrrubio, "Viciedo" por Visiedo, "Corales de Alfambra" por Perales de Alfambra.
Si algún lector tiene ganas dejo aquí su texto publicado en 1939 incluido en "Pérdida y recuperación de Teruel. Batalla de Alfambra."
miércoles, 18 de octubre de 2023
Dolor
En estos momentos tan dolorosos que estamos viviendo traigo la voz de dos poetas de esperanza, César Vallejo y Miguel Hernández, y un genocida descerebrado Queipo de Llano.
Y quien quiera pensar que reflexione y quien no desee entender que los cierzos se lo lleven por siempre jamás.
Tristes guerras
si no es amor la empresa.
Tristes. Tristes.
Tristes armas
si no son las palabras.
Tristes. Tristes.
Tristes hombres
si no mueren de amores.
Tristes. Tristes.

Para Queipo de Llano, dos palabras debían de desaparecer del diccionario de la lengua castellana: amnistía e indulto. Y la única manera que podían vivir las personas decentes y patrióticas era recluyendo a sus enemigos en campos de concentración.
martes, 3 de octubre de 2023
Pemán. De nuevo y otra vez.
De nuevo con José María Pemán "la verborrea del franquismo"
"Así gritan, al fondo de la calleja oscura // los bramidos de las fieras, // de mil hombres borrachos de locura // y mil sucias rameras, // en furia de sexo hambriento y sin ternura" (José María Pemán: La bestia y el ángel)
Esto nos decía don José María Pemán cuando nos imponían |
lunes, 25 de septiembre de 2023
José María Pemán. Escritor y militante del fascio. El poeta de "la Bestia y el Ángel". Misógino "pisha" de Cádiz.
martes, 19 de septiembre de 2023
José María Aznar. "Cuando el palo se hace astillas la hoguera comienza a arder". ¡Qué peligro!
José María Aznar. Genio y figura. "España es una unidad de destino en lo universal". |
El
expresidente del Gobierno y del Partido Popular José María Aznar ha
aprovechado la inauguración del Campus FAES 2023, la Fundación para el
Análisis y los Estudios Sociales que dirige, para cargar con dureza
contra un posible pacto entre el PSOE y Junts que incluya la amnistía.
"Nada más perverso que esta falsa normalidad con la que se quiere hacer
pasar un proceso de autodestrucción nacional", ha repetido Aznar en
varias ocasiones.
"El peligro no
viene de fuera. Está inducido por una fuerza política, que es el PSOE,
que se ha convertido en el desencadenante de un síndrome en el que los
que tienen que defender la Constitución desde el Gobierno se han
convertido en sus principales atacantes", dijo el líder conservador
antes de hacer un llamamiento a "plantar cara" al "plan". Una movilización "nacional", pidió.
El expresidente del Gobierno y del Partido Popular José María Aznar ha aprovechado la inauguración del Campus FAES 2023, la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales que dirige, para cargar con dureza contra un posible pacto entre el PSOE y Junts que incluya la amnistía. "Nada más perverso que esta falsa normalidad con la que se quiere hacer pasar un proceso de autodestrucción nacional", ha repetido Aznar en varias ocasiones.
"El peligro no viene de fuera. Está inducido por una fuerza política, que es el PSOE, que se ha convertido en el desencadenante de un síndrome en el que los que tienen que defender la Constitución desde el Gobierno se han convertido en sus principales atacantes", dijo el líder conservador antes de hacer un llamamiento a "plantar cara" al "plan". Una movilización "nacional", pidió.
Aznar se pone al frente del discurso más reaccionario del PP: "Quieren un proceso de autodestrucción nacional"
Aznar compara la situación actual con la provocada por el terrorismo y aseguró que se atraviesa ahora "el hecho más destructivo en la política democrática".
martes, 12 de septiembre de 2023
De cuando el Obispo de Teruel metía mano en los contenidos de Literatura propuestos por el profesor de la asignatura en el Instituto de Teruel. 1956
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Fray León Villuendas Polo, obispo de Tedruel entre 1944 y 1965. Nacido en Torrijo del Campo. |
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Texto manuscrito del obispo de Teruel remitido al Director del Instituto de su ciudad. Año 1956. Ver en Ángel Luis Abós: "La Historia que nos enseñaron (1937.1975), edic. Foca, 2003. página 78 ¿Qué conductos serían aquellos que indicaba el Obispo nacido en Torrijo del Campo, a quienes algunos parroquianos apodaban "el pollero", que los alumnos tenían tenían la obligación de conocer de alguna otra manera que no fueran los libros? ¿Acaso la Literatura se puede conocer de otra forma que no sea leyendo? Asistir a alguna proyección cinematográfica también era perniciosa en aquel Teruel de nuestros pecados. A pesar de que por aquel entonces la Iglesia con su Obispo y sus curas al frente colocaban su calificación moral, la de las películas, en la puerta de las iglesias con su autorización o no y su categoría adaptada a los mayores de edad, para todos los públicos o con su prohibición por pecaminosa. El obispo le indica, entiéndase le ordena, al director, que ponga remedio una vez informado. El último párrafo no tiene desperdicio y así, sibilinamente, muy a la usanza curil, con el estilo diplomático vaticanista de su autoridad siente, no exento de hipocresía, verse obligado a su pesar a recurrir a quien pusiera remedio. Ese remediador no era otro más inmediato que el gobernador civil, que ejercía como virrey absoluto en la provincia y atendía los extravíos de las gentes que no iban a misa los domingos, trabajaban las tierras en los festivos, asistían a bailes y practicaban otras correrías, como se atestigua en abundantes denuncias conservadas hoy en el Archivo histórico de Teruel. Así fue la Historia que nos enseñaron. |