Clemente Alonso Crespo
jueves, 19 de enero de 2012
Orrios. Casa solariega del Marqués de la Cañada.
Orrios. Escudo de la fachada de la casa solariega del Marqués de la Cañada Foto @ cac. |
https://www.google.es/imgres?imgurl=https://i.ytimg.com/vi/fz4hSrYvyX8/maxresdefault.jpg&imgrefurl=https://www.youtube.com/watch?v%3Dfz4hSrYvyX8&h=1080&w=1920&tbnid=qWqMPzCL7vP6LM:&docid=TaQhK3JAZBZ72M&ei=6EH8VoqUAsfwO8fooLAH&tbm=isch&ved=0ahUKEwiKqJulqunLAhVH-A4KHUc0CHYQMwgeKAEwAQ
Rótulo conservado en la fachada de la iglesia. Orrios.@cac. |
De tanto pasar y volver a pasar
por la calle Mayor de Orrios uno no se da cuenta de la casa solariega
que fue de los Ibáñez Cuevas, primero Barones de Eroles y luego
Marqueses de la Cañada (entiéndase Cañada-Sicilia, adquirido el título
como premio a la relevancia militar de los poseedores).
Traigo aquí hoy el escudo
pétreo conservado sobre la puerta de entrada de esta casa de una de las
familias de hijosdalgo, clérigos, militares y terratenientes que se
mantuvo durante la segunda mitad del siglo XVII, todo el XVIII y bien
entrado el XIX.
En los archivos históricos se
conserva abundante documentación de los servicios prestados a los reyes
de entonces y de los premios en abundancia terrateniente y en honores.
Alguno de ellos llegó a poseer la Orden de Carlos III.
Año 1709. Se asienta la primera piedra. @cac. |
Aún hoy en Lidón, donde se
asentó la casa, en Orrios y en Teruel (la casa de la Marquesa) se
conservan, aunque sin mucho mantenimiento, las casas que fueron palacio
de sus residencias. En los años finales del siglo XIX y principio del XX
las propiedades fueron vendidas y hoy las amplias heredades
terratenientes no pertenecen a la familia esmerada en conservar sus
intereses leales a la corona regia y a la iglesia católica, a quien
sirvieron y de quien se beneficiaron.
En abundosos documentos se
puede apreciar cómo los patricios de la casa adquieren riquezas y las
reparten con testamento entre los numerosos hijos, a los que marcan,
según convenga, su dedicación a la milicia, al clero secular o
conventual y al matrimonio de conveniencia.
Pintura sobre la cúpula. |
Quede aquí constancia de la
casa solariega que tuvo como máxima aún conservada en la pintura de su
cúpula "perseguidos mas no vencidos".
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